Los sacerdotes de villas y barrios populares de Buenos Aires (Argentina) manifestaron que la legalización del aborto no es la prioridad de los argentinos.
El mensaje del Equipo de Sacerdotes de Villas de Emergencia de Buenos Aires y Gran Buenos Aires se realizó en referencia al anunciado proyecto de legalización del aborto que quiere presentar el gobierno de Alberto Fernández y que hoy ha sido frenado ante la emergencia del COVID-19.
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En conferencia de prensa realizada el 13 de marzo, los sacerdotes leyeron el mensaje "Cuidando la Vida construimos nuestros barrios. Algunas consideraciones sobre el drama del aborto".
En su lectura expresaron su valoración a las distintas iniciativas del gobierno para luchar contra el hambre y por considerar la voz de los "más humildes" al interior del país, reconociendo a Argentina como un país federal.
En ese sentido, el P. Pepe Di Paola manifestó que "es muy importante el respeto a la idiosincrasia de los pueblos del interior" que representados en el Parlamento a través de los senadores rechazaron el aborto hace dos años.
"Los senadores tienen que tomar conciencia de que fueron elegidos para representar el pensamiento de sus provincias", agregó.
Lamentó que en algunas ocasiones se considere que las provincias del norte tienen un "cierto atraso" porque viven con gran espíritu la religiosidad. "Las provincias tienen que tener conciencia de que tienen un rol muy importante a la hora de defender la vida", aseguró.
Continuando con la lectura del documento, los sacerdotes afirmaron que tienen "la intuición de que la legalización del aborto, no está en la prioridad de los más pobres, ni de la Argentina profunda".
También tienen "claro que ante la delicada negociación de la deuda externa, que no puede hacerse a costa de generar más deudas sociales, necesitamos estar unidos como pueblo y no elegir temas que enfrenten a los ciudadanos de a pie".
"Desde que el país volvió a tomar semejante nivel de deuda, condicionó su soberanía y está más expuesto a colonizaciones culturales. Muchas veces los organismos internacionales que prestan dinero 'sugiere' políticas de control de crecimiento de la población. Esto apunta directamente a nuestras villas y barrios donde en vez de reducir la pobreza se reduciría la cantidad de pobres", aseguraron.
En ese sentido, frente a la cultura del descarte imperante, de la que ha hablado el Papa Francisco, los sacerdotes recordaron "el compromiso y valoración de la vida de las mujeres pobres. Las mujeres de nuestros barrios son profundamente progresistas. No se dejan seducir por el individualismo y asumen en sus decisiones los valores de la comunidad", manifestaron.
"El testimonio cotidiano de las mujeres de los barrios populares nos permite descubrir un paradigma de pensamiento profundamente ligado a la vida, una vida encarnada en ellas y dada a luz con tremendo amor y ternura, una vida que se amamanta y se lleva en los brazos, una vida frágil que se cuida y se acompaña a crecer. Una vida que se va entremezclando con otros, que se va alimentando de una comunidad, una vida que aprende a darse y desenvolverse".
Ellas son "portadoras, mensajeras y cuidadoras de la vida de su familia propia y la de otras, cuando no de toda la comunidad", insistieron.
En ese sentido, "como Iglesia presente en villas y barrios populares, donde se viven múltiples dificultades, queremos renovar nuestro compromiso con la lucha por la cultura de la vida y los derechos humanos".
"Nuestra opción es por 'la vida como viene"', sin grises. Especialmente la vida amenazada en cualquiera de sus formas" por lo que a las madres "que sufren situaciones dramáticas hay que acompañarlas y poder ayudarlas con su embarazo", ejemplificaron.
En otro punto manifestaron que "no es humano favorecer a un débil en contra de otro más débil aún", por lo que "la propuesta de una vida digna no acaba con el nacimiento de la niña o el niño".
Es necesario, destacaron, el "calor de familia-comunidad, necesitan nutrirse bien, necesitan jardín y escuela, necesitan acceder a la atención médica adecuada, necesitan que los clubes sean espacios sanos y dichosos donde desplegar sus potencialidades, etc".
"Y si en nuestra patria la mayoría de los pobres son niños y adolescentes, ellos deben ser los privilegiados", finalizaron.
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