El P. Jean-Marc Fournier es el héroe que junto al escuadrón de bomberos salvó el Santísimo Sacramento y la Santa Corona de Espinas que se encontraban en la Catedral de Notre-Dame durante el incendio.
Le père Fournier, aumônier des @PompiersParis, est allé avec des pompiers dans la cathédrale #NotreDame pour sauver la couronne d'épines et le Saint-Sacrement... pic.twitter.com/4IoLVdoJZW
- Etienne Loraillère ن (@Eloraillere) 15 de abril de 2019
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Ante el temor de que el Santísimo Sacramento y la corona se perdieran para siempre, el sacerdote, quien es capellán del Departamento de Bomberos de París, acudió con los bomberos para salvarlos del voraz incendio, arriesgando su propia vida.
"Fue con los bomberos a la Catedral de Notre Dame para salvar la corona de espinas y el Santísimo Sacramento", afirmó Etienne Loraillere, editora de la cadena de televisión católica KTO de Francia.
La alerta sobre su posible pérdida surgió cuando el fuego se propagó por toda la estructura. Por ello, el P. Fournier, de 50 años aproximadamente, se encargó de recuperarlos mientras los bomberos luchaban para controlar las llamas.
"No mostró ningún temor en absoluto en dirigirse directamente a las reliquias que se encontraban al interior de la catedral y se aseguró de que estuvieran a salvo. Él trata con la vida y la muerte todos los días, y no tiene miedo", manifestó el servicio de emergencia local.
No es la primera vez que el P. Fournier auxilia a quienes lo necesitan. En noviembre del 2015 el sacerdote acudió a la sala de espectáculos "Bataclan" en París, donde el Estado Islámico (ISIS) asesinó a 89 personas. "Di la absolución colectiva, como la Iglesia Católica me autoriza", manifestó en aquel momento.
El P. Fournier se inició como sacerdote en Alemania y luego se mudó al departamento de Sarthe en Francia. Se unió a la Diócesis de las Fuerzas Armadas en 2004 y trabajó con el Ejército durante siete años por todo el mundo.
Las últimas imágenes del interior de la catedral tras el devastador incendio muestran la destrucción de la estructura histórica. Sin embargo, la cruz permanece firme sobre el altar.
Las reliquias salvadas son invaluables. "El P. Fournier es un héroe absoluto", dijeron.