El párroco de la Congregación da Missão y la parroquia de São Pedro y São Paulo (Brasil), P. Gilvan Manuel da Silva, perdió a sus padres y a sus dos hermanos por el COVID-19 en solo seis días, pero asegura que su fe sigue fuerte y continúa amando a Dios.
El 31 de marzo, el padre del P. da Silva, Manuel Anísio de Sousa, y su hermano Vicente Manuel de Silva fallecieron por el coronavirus, y solo cuatro días después, su madre, Antônia Rosa da Silva Sousa, murió por la misma enfermedad.
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El 5 de abril, el P. da Silva perdió a un miembro más de su familia, su hermana Rosa Maria da Silva, que estaba intubada.
Estas trágicas pérdidas no derribaron la fe del sacerdote, que compartió en sus redes sociales que en estos tiempos difíciles es consolado por la oración y que a pesar de todos los retos que puedan aparecer en su vida, él seguirá amando a Dios.
"Señor, puedes quitarme todo, pero aún así te seguiré amando", publicó en su cuenta de Instagram.
El P. da Silva indicó que fue "una escena fuerte ungir" a sus padres y tocar esas manos con las que pedía su bendición o esos pies "que tantas veces corrían a mi encuentro para besarme y abrazarme".
"Fue un momento extremo de emoción y fe, no conseguí pronunciar la fórmula, porque la voz venía con lágrimas", señaló.
El sacerdote comentó que guarda en su memoria cómo su madre, al darse cuenta que el "enfermero" que realizaba la unción era su hijo, le dijo: "Hijo mío, ¿qué haces dentro del hospital?, aquí es muy peligroso, sal".
"Se necesita mucha fe para saborear esos momentos finales", resaltó.
El P. da Silva explicó que la unción no busca salvar corporalmente sino "preservar y preparar el alma para el gran encuentro con el esposo que es Jesús", e indicó que esta experiencia resume la vocación sacerdotal, que es "estrictamente una ofrenda".
El sacerdote ha recibido varias muestras de apoyo de los fieles y amigos que expresaron sus condolencias y elevaron oraciones por el presbítero.
En un comunicado, la Arquidiócesis de Fortaleza expresó la solidaridad de toda la comunidad con el P. da Silva, y que rezan por su fortaleza y la de su familia.
"Reafirmamos nuestra fe, porque '¡Cristo ha resucitado! Él está vivo y camina delante de nosotros hacia la Galilea de nuestra vida'", señaló la Arquidiócesis.