El P. John O'Reilly, miembro de los Legionarios de Cristo, fue condenado a cuatro años y un día de libertad vigilada, tras ser declarado culpable de abusos sexuales contra una menor, ex alumna del Colegio Cumbres en Santiago de Chile; sin embargo, la defensa informó que se apelará la sentencia, pues el sacerdote "se ha declarado inocente desde un principio".
El artículo 14 de la ley chilena señala que la libertad vigilada consiste en "someter al reo a un régimen de libertad a prueba que tenderá a su tratamiento intensivo e individualizado, bajo la vigilancia y orientación permanentes de un delegado", por un mínimo de tres años y un máximo de seis.
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En el caso del P. O'Reilly, el fallo establece que luego de cumplir la condena de cuatro años, quedará sujeto a supervisión por 10 años. Además, no podrá ocupar cargos públicos ni que lo mantengan en cercanía con menores.
Si bien la Fiscalía Oriente pidió 20 años de cárcel contra el sacerdote por dos delitos de abuso sexual, el tribunal –junto con absolverlo por un ilícito– consideró su irreprochable conducta anterior y "que el Estado de Chile reconoció su extraordinario aporte al país al otorgarle la nacionalidad por gracia".
Por su parte, la congregación a la que pertenece O'Reilly expresó en un comunicado que "recibe con respeto este dictamen de la autoridad judicial".
Agregan que "como hermanos en Cristo, nos duele profundamente el sufrimiento que esta situación ha causado, de modo especial a la familia que realizó la denuncia y al P. John O'Reilly. Los invitamos, además, a seguir encomendando en la oración a todos los afectados por esta situación".
En esa línea, indicaron que "la defensa ha informado que en los próximos días evaluará presentar la petición de nulidad del juicio, recurso permitido por la ley ya que el P. John O'Reilly se ha declarado inocente de la acusación desde un principio".
El caso se inició el 24 de julio de 2012 cuando una apoderada del colegio Cumbres presentó a los Legionarios de Cristo una denuncia por los abusos del P. O´Reilly, tras lo cual el mismo sacerdote se presentó a la fiscalía, declarándose inocente de los cargos. El colegio, por su parte también presentó la denuncia ante las autoridades.
Al día siguiente, los Legionarios abrieron una investigación previa canónica para estudiar la denuncia. Antes de que concluyera la investigación previa por parte de los Legionarios de Cristo, se recibió una indicación de la Congregación para la Doctrina de la Fe solicitando entregar los avances a un sacerdote externo para que éste la profundizara y completara, lo que se realizó en septiembre de 2013. El expediente se encuentra actualmente en Roma. Mientras tanto, el sacerdote no está ejerciendo ningún ministerio público.