El P. Mateo Bautista García, sacerdote camilo, enfermero y doctor en teología en pastoral de la salud, explica que donar órganos salva vidas y es un acto muy espiritual.
Así lo indicó el sacerdote, conocido en el Perú por las 152 veces que ha donado sangre en su vida, en entrevista concedida a ACI Prensa en el marco del Día Mundial del Paciente Trasplantado que se celebra este lunes 6 de junio.
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"La donación altruista de órganos puede hacer un gran bien a muchas personas con graves deficiencias de salud. Donar órganos salva vidas. Es importante que tengamos esta cultura, este valor interiorizado", resaltó el sacerdote de 62 años de edad.
El P. Mateo precisó luego que donar sangre y donar órganos son actos "muy espirituales porque es ponerse en el lugar de otra persona con el mismo espíritu de Jesús". Ambos van de la mano porque hacen parte "del espíritu humano y cristiano".
Por eso, dijo, es importante "registrarnos como potenciales donantes de órganos después de nuestra muerte. Es decir que después de nuestra muerte física podemos seguir dando vida, terrenalmente, a otras personas".
En todo esto, resaltó el sacerdote de la Orden de San Camilo, "lo importante es la buena voluntad, la buena disposición. De este modo, podremos seguir dando vida, en esta vida, a través de un órgano o de varios".
Mitos sobre la donación de órganos
El sacerdote también compartió con ACI Prensa algunas reflexiones dirigidas a quienes tienen miedo a ser donantes de órganos.
El P. Mateo dijo que ante las preguntas "¿Y si la persona no está muerta? ¿Y si me matan para obtener un órgano?" no hay "ningún fundamento".
Esto, explicó, "porque tiene que haber un equipo que detecte la muerte encefálica".
El experto en teología de pastoral de la salud precisó que solo "podemos donar órganos cuando hemos tenido la muerte cerebral y luego que un equipo de especialistas la comprueba. Luego es otro equipo el que obtiene el órgano, un riñón por ejemplo".
En este proceso, resaltó el sacerdote, debe existir "el visto bueno del donante que en vida lo dejó establecido en su testamento vital o en algún documento, y también el de los familiares".
En ese sentido, "el proceso es algo totalmente transparente. Tiene que ser así porque un órgano, para que sea trasplantado a otra persona, tiene que tener algunos requisitos".
Estos requisitos, son, por ejemplo, que el órgano que va a ser trasplantado "esté sano, que esté en buenas condiciones, que sea del mismo grupo sanguíneo, con el mismo factor Rh de la sangre y que no sea rechazado por el sistema inmunológico de quien lo recibe".
En un trasplante de un órgano no solo se saca "de una persona y se pone sin más en la otra. Todo el proceso es garantía de transparencia", dijo el sacerdote y enfermero a ACI Prensa.