El P. Eduardo Hayen Cuarón, director del semanario Presencia de la diócesis mexicana de Ciudad Juárez, afirmó que Salma Luévano, congresista trans del partido Morena, "hace el ridículo disfrazándose, primero de mujer, ahora de obispo".
Así lo indicó el sacerdote el 21 de septiembre en su cuenta de Twitter, luego que Salma Luévano, del partido del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, apareciera ese día en el Congreso de los Diputados de México, vestido de obispo católico.
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"Con este atuendo pretendo hacerme notar, en nombre de mi población y decirle a los líderes religiosos, que casualmente la mayoría son hombres cisgénero (N.d.R. heterosexuales) blancos de clase alta, que basta de discursos en contra de nuestros derechos. Con esta iniciativa les haremos entrar en razón".
"Todo el peso de la ley a esos líderes que inciten el odio contra nosotres (sic), hasta que la dignidad se haga costumbre", agregó.
En su tuit, el P. Hayen dijo que "el señor Luévano hace el ridículo disfrazándose, primero de mujer, ahora de obispo. La disforia de género es una enfermedad mental acompañada de un gran egocentrismo, y que precisa de mucha compasión".
La disforia de género es un diagnóstico psiquiátrico sobre la discordancia o malestar con la corporalidad o el sexo biológico de una persona.
Iniciativa contra "discursos de odio"
Recientemente Luévano presentó un proyecto para reformar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, y así sancionar a las iglesias que difundan, según su criterio, "discurso de odio".
El proyecto, ingresado en la Cámara de Diputados, busca modificar los artículos 8 y 29 de la ley, que se refieren a los deberes de las asociaciones religiosas de México, así como las infracciones que podrían cometer.
La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, que reconoce que "el Estado mexicano es laico", establece los derechos y obligaciones de "las iglesias y las agrupaciones religiosas" en el país.
El texto original de la ley fue promulgado en diciembre de 1992, y significó el reconocimiento legal de la Iglesia Católica después de décadas de persecución y discriminación contra los cristianos en México, por parte del Estado.
Esta ley, junto a otras reformas constitucionales, llevaron en su momento al restablecimiento de relaciones entre la Iglesia y el Estado, y entre el Vaticano y México.
Al artículo 8, Luévano busca añadir un párrafo para obligar a las iglesias en México a abstenerse "de proferir discurso de odio, entendiéndose por estos (sic) los que se caracterizan por expresar una concepción mediante la cual se tiene el deliberado ánimo de menospreciar y discriminar a personas o grupos por razón de cualquier condición o circunstancia personal, étnica, social, orientación sexual, identidad y/o expresión de género".
En el caso del artículo 29, Luévano apunta a que sea considerada una infracción de las iglesias el "proferir discursos de odio en el ejercicio de los actos amparados por esta ley o en medios de comunicación con el deliberado ánimo de menospreciar y discriminar a personas o grupos por razón de cualquier condición o circunstancia personal, étnica, social, orientación sexual, identidad y/o expresión de género".
"¡Respeten nuestra Biblia!"
Una campaña publicada por el sitio web mexicano Actívate.org, promovida por el Frente Nacional por la Familia, exige detener la "persecución religiosa" y exige el respeto "a nuestra Biblia".
Hasta el momento tiene más de 2.800 firmantes.
Si desea adherirse a la solicitud, ingrese a este enlace https://activate.org.mx/activacion/no-se-metan-con-mi-biblia-6322b5107bd16