Los tres goles del futbolista Lionel Messi contra Ecuador el 10 de octubre, que permitieron la clasificación de la selección argentina al Mundial Rusia 2018, llevó a la prensa y las redes sociales a calificarlo de "Messias", algo que cuestiona un sacerdote argentino en una reciente columna.

"Messi épico", "Messi superlativo", "Messi, el más grande del siglo" y portadas que reemplazaron el rostro de Jesús por el del jugador argentino, fueron algunos de los halagos que recibió el capitán del equipo albiceleste tras su actuación en Quito.

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"Lo primero que debemos decir es que, objetivamente, ello es un pecado gravísimo; una absoluta falta de respeto contra nuestro Dios y Señor; una clara violación del primero y segundo Mandamiento: Amar a Dios sobre todas las cosas, y No tomar su santo nombre en vano", resaltó el P. Christian Viña en una columna titulada "Uno solo es el Mesías y Messi es uno de sus salvados".

"El horizontalismo sin jerarquías que busca imponerse, la no distinción entre lo sagrado y lo profano y la mundanización de la fe, evidentemente, están haciendo estragos".

"Ya es hora de reaccionar, y de ganar por goleada el partido más importante de nuestra vida: la glorificación de Dios, y la salvación de nuestras almas", agregó el sacerdote de la Arquidiócesis de La Plata.

El sacerdote aseguró que se le tildará de "extremista", "sectario" o "exagerado" por "no entender la pasión popular y lo que significa el fútbol en Argentina". Sin embargo, declaró que es "muy futbolero", de la provincia de Rosario igual que Messi e hincha del Newell's Old Boys.

El P. Viña aseguró que en los partidos de fútbol se pueden cultivar los valores y aprender que los "límites de una cancha y las reglas del juego definen barreras que no pueden traspasarse", a diferencia de lo que ocurre hoy en una "sociedad narcotizada por el prohibido prohibir y su suicida empecinamiento en terminar con todos los límites".

"Lejos de ser obstáculos, son garantía de crecimiento individual y colectivo, de respeto por los demás y de reconocimiento sereno de las propias limitaciones: el atleta no recibe el premio si no lucha de acuerdo con las reglas (2 Tm 2, 5)".

El sacerdote invitó a leer a San Pablo quien dijo: "¿No saben que en el estadio todos corren, pero uno solo gana el premio? Corran, entonces, de manera que lo ganen. Los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona incorruptible (1 Cor 9, 24 - 25)" .

"¿Por qué, como Iglesia, no podemos lograr que nuestros jóvenes se enamoren de Cristo, como lo hacen de deportistas, músicos y otros ídolos?, ¿Qué nos sucede a la hora de enseñar los bienes arduos, aquellos que demandan sacrificios y renuncias importantes, por el Bien mayor?", cuestionó.

Al finalizar, el P. Viña pidió a Lionel Messi "con todo afecto, que no se maree en los asfixiantes aires del éxito. Y que aproveche su altísima popularidad para dar testimonio de Cristo".

"Podría empezar, ciertamente, casándose por Iglesia, como Dios manda. Y dar un contundente respaldo al matrimonio y a la paternidad, en una sociedad huérfana y pervertida. Será ese su gol más perfecto. Aunque, claro está, no sea elogiado, ni de lejos, por los manipuladores de opinión", aseguró el sacerdote.

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