El Prefecto del dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Paolo Ruffini, explicó en qué consistió la ceremonia que se realizó el pasado 4 de octubre en los Jardines del Vaticano en presencia del Papa Francisco, que algunos describieron como un "pago a la tierra".
"La ceremonia de los jardines ha sido transmitida en directo, ustedes han asistido y luego hemos visto qué cosa era. Era plantar un árbol en los jardines, una oración. El Papa ha recitado el Padre Nuestro. No era nada más y nada menos que una oración del día de San Francisco", dijo Ruffini en la rueda de prensa realizada este jueves 17 de octubre en la Sala Stampa del Vaticano.
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El evento, agregó Ruffini, fue "una oración donde se han cantado y se ha repetido las alabanzas de San Francisco a la creación. No era nada más y nada menos que esto. Era tan transparente que fue transmitida en directo".
El 4 de octubre el Papa Francisco plantó un árbol de Asís en los Jardines Vaticanos. Los organizadores del evento fueron la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), el Movimiento Católico Mundial por el Clima y la Orden de los Franciscanos Menores.
El ritual, que no fue explicado por los organizadores, fue descrito por algunos como un "pago a la tierra", una ceremonia indígena que se realiza en algunos países de América Latina, en los que se agradece a la "madre tierra" por sus frutos o se le hace algún pedido. Por lo general, no contiene elementos de la fe cristiana.
Durante el ritual, algunos participantes obsequiaron tres objetos al Santo Padre: un collar, una imagen amazónica de una mujer desnuda embarazada; y un anillo negro que parece ser el anillo tucum, que según el Obispo brasileño Amaury Casado, es un signo del compromiso con la teología de la liberación. Luego de que se lo colocaron, el Papa intenta cubrirlo con la otra mano.
El 16 de octubre, Ruffini dijo en una rueda de prensa en la Sala Stampa del Vaticano que la imagen de la mujer desnuda no representa a la Virgen María sino a "la vida. La he visto y era así. Representaba la vida en el momento en que se hace vida a través de la mujer y basta".
En la ceremonia del 4 de octubre estaba previsto que el Santo Padre pronunciara un discurso pero prefirió no hacerlo y dirigió el rezo del Padre Nuestro con los presentes.