Sor María Laura Mainetti será beatificada el 6 de junio de 2021 en Chiavenna, una población del norte de Italia en la Diócesis de Como, por el prefecto de la Congregación para la causa de los santos, Cardenal Angelo Becciu.
Esta religiosa italiana fue asesinada de 19 cuchilladas la noche del 6 al 7 de junio de 2000 en Chiavenna por dos muchachas de 17 años y una de 16, durante un rito satánico.
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Mientras moría, encontró fuerzas para rezar por las jóvenes y perdonarlas. Este dato se pudo conocer en los interrogatorios realizados a las asesinas, quienes contaron que Sor Maria Laura dijo antes de morir: "Señor, perdónalas".
Sor Maria Laura, cuyo nombre de pila era Teresina, nació en Colico, Lecco (Italia), el 20 de agosto de 1939. En el momento de su muerte era superiora de la Comunidad de las Hijas de la Cruz, en el Instituto María Inmaculada de Chiavenna.
La Santa Sede promulgó el decreto de beatificación el pasado 19 de junio. El anuncio de la fecha de la beatificación lo dio el Obispo de Como, Mons. Oscar Cantoni, quien dijo que para preparar este evento "están organizando un comité, que se encargará de todo lo necesario para una celebración digna".
En esta línea, Mons. Cantoni señaló que esperan que sea un momento en el que se involucre espiritualmente toda la Iglesia local, "para que llegue preparada a comprender los dones que Dios nos concede a recibir la enseñanza y el testimonio fructífero que Sor María Laura nos ha dejado".
El pasado 6 de junio el Obispo de Como celebró el 20º aniversario de la muerte de la religiosa y destacó que Sor Maria Laura "vivió al lado de nosotros, recorrió nuestras calles" y forma parte de los santos que el Papa Francisco define como "los santos de la puerta de al lado".
"Ella es testigo del amor hacia los más sencillos y frágiles, tenía una ternura espontánea que le nacía de la conciencia de sentirse amada por Jesús… tanto de sentir su mismo amor: por eso murió perdonando a quien la estaba asesinando", describió Mons. Cantoni.
Por último, el Obispo de Como destacó que hace 20 años ocurrió "su dramática muerte, y sin embargo, su mirada llena de ternura ante todos, su deseo de testimoniar el amor personal de Jesús ante los pequeños, pobres, humildes, continúa fascinando a quienes han tenido la suerte de acercarse o la han conocido a través los testimonios de quienes en estos años han mantenido viva su memoria".
Por su parte, el párroco de Chiavenna, P. Andrea Caelli, señaló que la beatificación de la religiosa "no debe ser solamente un momento de celebración, sino también de despertar la fe".
Traducido y adaptado por Mercedes De La Torre, publicado originalmente en ACI Stampa
