Un sacerdote, que antes de ofrecer su vida a Dios gerenció un equipo de fútbol campeón en México, reflexionó recientemente sobre la relación que podríamos encontrar entre las estampitas católicas para la devoción a los santos y las figuritas o tarjetas para llenar el álbum del Mundial de fútbol Qatar 2022.
En México como en muchos otros países en el planeta, ante la cercanía de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA Qatar 2022, que se jugará del 20 de noviembre al 18 de diciembre de este año, muchos se han dedicado a coleccionar las "estampitas" o figuritas de jugadores y entrenadores en el álbum oficial de este evento.
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El P. David Jasso, que fue gerente deportivo del Club de Fútbol Monterrey de México, conocido como "Rayados", indicó en un texto titulado "Del álbum del mundial y la santidad" que, para muchos, los futbolistas son "modelos a seguir e imitar, promotores de un estilo de vida, o de juego".
El P. Jasso recordó que "hace unos días, mi sobrino me mostró que ya tenía a Leo Messi y a Cristiano Ronaldo para seguir completando su álbum de estampitas del próximo Mundial de Fútbol".
"Minutos después me mostró una gran cantidad de estampas que tenía repetidas y que intercambiaría con sus compañeros de la escuela", señaló.
"Al verlas pensé: ¡Con esas podría llenar otro álbum y ya solo me faltaría Messi!, porque la de Cristiano la tenía dos veces repetida", indicó.
El sacerdote mexicano señaló que "el 'boom' del álbum del Mundial está por todo el mundo y no solo ha interesado a niños y adolescentes, sino a mujeres y hombres de todas las edades".
"Y es lógico, de cara a la Justa Mundialista los jugadores son ídolos, iconos, figuras y por qué no decirlo: modelos a seguir", dijo.
En esa línea, el P. Jasso destacó cómo el Papa Francisco, en un encuentro con el club de fútbol español Villarreal CF, en febrero de 2017, les dijo que "cuando ustedes juegan al fútbol están al mismo tiempo educando y transmitiendo valores. Muchas personas, especialmente los jóvenes, los admiran y los observan. Quieren ser como ustedes".
"Y esto es una responsabilidad y les debe motivar para dar lo mejor de ustedes mismos para ejercitar esos valores que en el fútbol tienen que ser palpables: el compañerismo, el esfuerzo personal, la belleza del juego, el juego de equipo", dijo el Santo Padre en esa ocasión.
El P. Jasso recordó que "en mi paso como directivo de fútbol profesional, conocí a grandes figuras dentro y fuera de la cancha, jugadores y ex jugadores de gran talento físico, técnico y táctico que además son excelentes personas y grandes seres humanos".
"Muchos niños y niñas, pero también adultos, hacían grandes esfuerzos por estar cerca de estos ídolos. Fui testigo de ello en eventos comerciales y de responsabilidad social, así como a nuestra llegada a hoteles de concentración o partidos amistosos, no solo en México sino fuera del país", señaló.
Al mismo tiempo, el sacerdote mexicano recordó "a Don Pedrito, un hermano marista que en el colegio siempre nos regalaba estampitas, pero no del Mundial, sino de santos y santas, unas con su oración, otras con alguna enseñanza, algunas de santos muy conocidos y de otros por conocer".
"Todavía conservo algunas de esa época y las guardo con cariño y cierta nostalgia. Hoy, llevo en mi cartera una de la Virgen de Guadalupe y seguramente muchas personas igual que yo, lleva consigo alguna, sea por devoción o por protección", dijo.
El P. Jasso señaló que "así como sucede con los santos, la vida y obra de los jugadores es conocida por sus seguidores".
"Los buscamos o seguimos porque incluso pareciera que sus acciones son sobrenaturales o que no tienen precedente, como los milagros que acompañan la vida de San Martín de Porres, el heroico testimonio de San José Sánchez del Río o la atención amante a los enfermos de Santa Teresa de Calcuta".
"De manera análoga, limitada pero con toque sobrenatural, muchas acciones de los jugadores atraen la atención y hasta la devoción de muchos, como aquél gol de cabeza de Cristiano Ronaldo en el que se eleva hasta 2.56 metros, 'el penalti a la Panenka', llamado así por el jugador Antonín Panenka imitado por muchos o aquella legendaria atajada de René Higuita llamada 'el escorpión', cuando el guardameta levantó ambos pies por detrás para golpear el balón con la suela de los tachones", señaló.
El sacerdote destacó también que los jugadores y entrenadores de fútbol tienen "devoción y expresiones de piedad".
"Me viene a la mente Sebastian 'el loco' Abreu, quien llegó a Monterrey con una imagen de una Virgen María en una caja de madera, que incluso le ayudé a que fuera restaurada, o las veladoras que compramos como parte de la 'utilería' del equipo para que Ricardo La Volpe encendiera una previo a cada partido".
"Cómo olvidar a Victor Vucetich promoviendo la celebración de la Misa antes de un partido de local o a Miguel Herrera persignándose al entrar a la cancha", expresó.
Al finalizar su artículo, el P. David Jasso expresó su deseo de que, con miras al Mundial, "así como los jugadores se preparan físicamente para tal evento, lo hagan también interiormente, conscientes del testimonio que están llamados a dar, porque el fútbol como fenómeno social, es reflejo de la vida y de la sociedad donde también se deben respetar las reglas y a los rivales".
"Pues, como dijo el Papa Francisco: 'de nada vale golpear bien la pelota si no eres capaz de dialogar con el árbitro'", concluyó.