El Papa Emérito Benedicto XVI ha reflexionado sobre la muerte, el juicio de Dios, la "noche oscura" del alma y la vida eterna.
Estas reflexiones se encuentran en un extracto del último libro entrevista de Peter Seewald "Últimas conversaciones" (2016), donde el Pontífice afirma que "en cierto sentido" le teme a la muerte.
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En el texto difundido por el National Catholic Register en noviembre de 2016, Joseph Ratzinger afirma que "por un lado, existe el temor de que uno afecte a las personas debido a un largo periodo de discapacidad". "Eso me parece muy angustiante. Mi padre también tenía miedo a la muerte; eso ha perdurado conmigo, pero en menor medida".
"Otra cosa es que, a pesar de toda la confianza que tengo de que el Dios amoroso no puede abandonarme, mientras uno se acerque más a su rostro, más intensamente sentirá cuánto hizo mal. A este respecto, la carga de la culpa siempre pesa sobre alguien, pero la confianza básica siempre está ahí", dijo.
En ese sentido, el Papa Emérito aseguró que le pesa no haber "hecho lo suficiente para la gente" y "no tratarla correctamente".
"Oh, hay tantos detalles, cosas no muy significativas –gracias a Dios–, pero que pudieron y debieron haber sido hechas mejor", reveló.
Ante la pregunta de qué es lo que le dirá a Dios al estar frente a Él, Benedicto XVI dijo: "Le rogaré que muestre indulgencia hacia mi miseria".
Sobre el haber experimentado "la noche oscura" o sequedad espiritual, indicó que nunca le ha pasado, pues considera que no es "lo suficientemente santo como para llegar tan profundo en la oscuridad".
"Pero cuando las cosas suceden en la esfera de los acontecimientos humanos, es donde uno dice: '¿Cómo puede el Dios de amor permitir eso?', Las preguntas son ciertamente preguntas muy grandes. Entonces uno debe mantenerse firme en la fe, que Él sabe mejor", añadió.
En otra parte de la entrevista, el Papa emérito indicó que hay varias dimensiones para reflexionar acerca de la vida eterna: "algunas son más teológicas" y otra de una "perspectiva enteramente humana".
"San Agustín dijo algo que es un gran pensamiento y un gran consuelo aquí. Él interpreta el pasaje de los Salmos 'busca su rostro siempre' diciendo: esto se aplica 'para siempre', a toda la eternidad. Dios es tan grande que nunca terminamos nuestra búsqueda. Él es siempre nuevo. Con Dios hay encuentro perpetuo, interminable, con nuevos descubrimientos y nueva alegría. Tales cosas son cuestiones teológicas".
Al mismo tiempo, en una perspectiva completamente humana, Benedicto XVI indicó que "espera con ansias" reunirse con sus padres, hermanos y amigos.
"Me imagino que será tan hermoso como en nuestra casa familiar", concluyó.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 13 de abril de 2017