El 17 de diciembre el proyecto de legalización del aborto en Argentina recibió el dictamen favorable por parte de las comisiones del Senado, por lo que el proyecto será votado en el pleno el próximo 29 de diciembre, un día después de los Santos Inocentes, día en que la Iglesia recuerda a los niños menores de dos años asesinados por el rey Herodes.
Tal como lo ha planificado el gobierno de Alberto Fernández, el proyecto ha recibido un tratamiento "exprés" en el Congreso de la Nación.
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Tras recibir media sanción en la Cámara de Diputados el pasado 11 de diciembre , el proyecto inició su discusión el lunes 14 en las comisiones de Banca de la Mujer, de Justicia y Asuntos Penales y de Salud de la Cámara Alta.
Los legisladores escucharon a 56 expositores de distintas especialidades a favor y en contra del proyecto durante tres días. Luego de esto, el texto fue firmado en forma digital por los miembros de las respectivas cámaras.
El proyecto permite el aborto hasta las 14 semanas de gestación sin necesidad de invocar ninguna causal.
A partir de ese plazo es posible solicitarlo por violación. En esta causal, para acceder el aborto basta con hacer el pedido y que las mujeres mayores de 16 años firmen una declaración jurada.
Para las menores de 13 años "la declaración jurada no será requerida" y entre los 13 y los 16 años se requerirá solo un "consentimiento informado" por escrito.
Si por alguna "restricción a la capacidad" la menor no puede dar su consentimiento, entonces deberá darlo con asistencia de su representante legal o, en ausencia de este, de una "persona allegada".
Después de las 14 semanas de gestación se puede realizar un aborto bajo la causal de "peligro para la vida o la salud integral" de la madre.
Según el proyecto de ley, el aborto se debe realizar en un plazo máximo de 10 días y el personal de salud debe "garantizar las condiciones mínimas y derechos" en la atención del aborto y el periodo postaborto.
En ese sentido exige que se proporcione información sobre los distintos métodos abortivos, los alcances y consecuencias de la práctica y los derechos de la mujer "a lo largo de todo el proceso de atención, incluso si no hay una solicitud explícita".
En cuanto a la objeción de conciencia institucional, el proyecto señala que el profesional de salud que objeta, debe "prever y disponer la derivación a un efector que realice" el aborto.
Antes de la firma del dictamen, el senador por el Frente de Todos, José Mayans, cuestionó el tratamiento exprés del proyecto diciendo que "una ley de estas características no se la puede sacar de la noche a la mañana, como se está haciendo ahora".
Asimismo, criticó que el proyecto permitiría que el violador acompañe a una menor de 13 años a practicarse un aborto, así como los distintos problemas que podrían surgir con la aplicación de la objeción de conciencia.
En ese sentido, el senador de Río Negro, Alberto Weretilneck, hizo varias críticas al texto y condicionó su voto a su modificación..
Río Negro cuenta con protocolo del aborto desde el 2012. En ese entonces había solo un 20% de objetores de conciencia, pero en la actualidad existe un 73% de tocoginecólogos adheridos a ese derecho.
"Si la ley no contempla, no cuida y no protege a los equipos de salud, le puedo asegurar que en dos años no tiene quién la ejecute y quién la lleve adelante", expresó Weretilneck.
También aseguró que la causal de peligro de vida o de la "salud integral" de la madre embarazada "es sumamente amplia y nos va a llevar a que esta ley termine en todos los tribunales del país y en la Corte".
El senador alertó sobre "la no obligación de la denuncia cuando el embarazo es producto de una violación". Al contrario, "todo embarazo producto de una violación tiene que tener una denuncia penal", sostuvo.
De igual forma opinó la senadora electa de Jujuy, Silvia Giacoppo, y el electo por el Chaco, Víctor Zimmerman. También el senador por Córdoba, Ernesto Martínez, expresó su indecisión hasta que esos temas sean discutidos en el recinto.
La fecha de votación será el 29 de diciembre y podría extenderse hasta el miércoles 30.
El sondeo realizado por Unidad Provida, plataforma que reúne a más de cien organizaciones por la vida y la familia, indica que de un total de 72 senadores, 35 están a favor de las dos vidas, 33 votarían por el aborto y habría 3 senadores indecisos. Hay 1 con licencia.
De haber un empate en la votación, la definición del proyecto queda en manos de la presidenta del Senado y vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien en 2018 votó a favor de la despenalización del aborto.
"Yo siempre he votado por la vida, he gobernado por la vida, lo hice cuando votamos la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, cuando votamos el Parto Humanizado, la Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes", dijo en agosto de 2018 durante la discusión del proyecto de despenalización del aborto.
"El problema del aborto existe, sucede, y no le estamos dando respuestas como legisladores", agregó después.
Asimismo, aseguró que su postura cambió debido a "las miles y miles de chicas que se volcaron a la calle, fue verlas abordar la cuestión feminista, criticar pero también describir la realidad de una sociedad patriarcal".
En 2018, el histórico debate en el Senado duró 16 horas, votándose el proyecto de despenalización en la madrugada del 9 de agosto .
De un total de 72 senadores, 38 votaron en contra de despenalizar el aborto, 31 a favor, dos se abstuvieron y hubo un ausente.
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