En el marco de los 199 años de la provincia del Guayas (Ecuador), se celebró una Misa en la Metropolitana San Pedro Apóstol en la que se renovó la consagración de la provincia al Sagrado Corazón de Jesús.
La iniciativa se realizó gracias a la Arquidiócesis de Guayaquil, junto con la Gobernación del Guayas y la Fundación Madre del Buen Suceso, con el fin de renovar en los feligreses su fe y acrecentar la devoción del pueblo al Sagrado Corazón de Jesús.
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La Misa del 21 de noviembre la celebraron el Obispo Auxiliar de Guayaquil, Mons. Iván Minda, y el Obispo de San Jacinto de Yaguachi, Mons. Aníbal Nieto, en presencia de las autoridades civiles y eclesiásticas, como el Gobernador de la Provincia del Guayas, Pedro Pablo Duart.
Los organizadores recordaron que "desde el año 1874, en que el Presidente Gabriel García Moreno junto al Arzobispo José Ignacio Checa y Barba (...) consagraron Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, no se realizaba un evento de esta trascendencia".
"El Sagrado Corazón de Jesús es la base de la nacionalidad ecuatoriana, país al que se lo conoce como 'La República del Sagrado Corazón de Jesús'" señalaron y precisaron que el Ecuador fue el primero en cumplir el pedido de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque, de consagrarse a su Sagrado Corazón.
El presidente García Moreno, responsable de la consagración de Ecuador, logró en 1830 "pacificar, civilizar y unificar" el país, hasta ese momento dividido por distintas facciones militares.
Los ecuatorianos "saben la importancia de esta consagración y han crecido cantando el famoso himno cuyo coro dice: 'Dios de Amores, Santa Eucaristía, mira al pueblo de Tu Corazón; todo es Tuyo, lo ha jurado un día, todo es Tuyo, salva al Ecuador'", creado en 1943, en el marco del retorno a Ecuador del cuadro del Sagrado Corazón de Jesús que presidió la Consagración.
"Posteriormente varios países del mundo replicaron este acto de devoción, acogiendo el llamado a la hermandad y la paz del mundo", agregaron.
En esa misma Misa, se renovó la consagración a la Virgen del Buen Suceso, una devoción proveniente de Valencia (España), que en 1594 se le apareció a la Madre Mariana de Jesús Torres y Berriochoa de la Orden de la Purísima Concepción en el Monasterio de la Inmaculada Concepción de Quito (Ecuador).
Esta advocación mariana, que pasó al olvido tras las apariciones y cuya devoción volvió a florecer a fines del siglo XX, "es también sumamente ecuatoriana".