El Prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, explicó los dos criterios esenciales que han guiado los trabajos de su Congreso general extraordinario para la renovación de sus Estatutos, según lo establecido por el Papa Francisco.
Del 12 al 17 de abril se realizó en Roma un Congreso general extraordinario de la Prelatura personal del Opus Dei, en el que participaron 126 mujeres y 148 hombres –90 de ellos sacerdotes– procedentes de todo el mundo, para adaptar los Estatutos de la Prelatura al motu proprio Ad charisma tuendum, en el que el Papa Francisco establece la reforma de la institución.
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En este documento pontificio de julio de 2022, el Santo Padre modificó dos artículos de la Constitución Apostólica Ut sit –con la que el Opus Dei fue erigido como Prelatura en 1982– para adaptarlos a la normativa introducida recientemente por la constitución apostólica Praedicate Evangelium, sobre la Curia Romana.
Además, en su artículo tercero, añade que los Estatutos del Opus Dei han de ser "convenientemente adaptados a propuesta de la misma Prelatura, para ser aprobados por los organismos competentes de la Sede Apostólica".
Un comunicado del Opus Dei precisa que "las conclusiones se presentarán posteriormente al Dicasterio para el Clero, el ente de la Santa Sede con competencias sobre las prelaturas personales".
En un mensaje del 17 de abril, Mons. Ocáriz explicó que luego de los trabajos del Congreso que acaba de concluir, "va quedando perfilada una propuesta de ajustes a los Estatutos" y que esta "será entregada en los próximos meses a la Santa Sede".
"A diferencia de otros congresos en que se fijan algunas prioridades apostólicas, el objeto único en este caso era preparar la propuesta antes mencionada. Por esta razón, el resultado final sólo se podrá conocer tras el estudio de la Santa Sede, a quien corresponde la última palabra", precisa el Prelado del Opus Dei.
Dos criterios esenciales
"En los trabajos de estos días nos han guiado dos criterios fundamentales: la fidelidad al carisma que recibió san Josemaría el 2 de octubre de 1928 y la filial adhesión a la voluntad expresada por el Santo Padre", resaltó Mons. Ocáriz.
"Como pedía el Papa en el motu proprio, se ha procurado expresar con más claridad la dimensión carismática de la Obra (cfr. Ad charisma tuendum n. 4), que se vive y se realiza en comunión con las Iglesias particulares y con los Obispos que las presiden", prosiguió el Prelado.
Mons. Ocáriz compartió además que "estas jornadas del congreso se han caracterizado por un ambiente de serenidad y también de buen humor, y por una activa participación de todos y todas. Cada uno se ha podido manifestar con total libertad, tanto en los grupos de trabajo como en las sesiones plenarias".
En líneas generales y por la sintonía entre los participantes, el Prelado resaltó que el Congreso "ha sido una manifestación elocuente de unidad en torno al 'don del Espíritu recibido por san Josemaría'".