La Universidad San Pablo CEU y el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala, de España, celebraron del 7 al 9 de febrero el V Congreso Nacional de Bioética, en esta edición bajo el lema "Bioética al servicio de la vida y de la salud".
Este congreso celebrado de manera virtual ha contado con la participación de numerosos profesionales especializados en el ámbito de la salud para analizar diversos aspectos de actualidad.
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Entre los participantes estuvo Álvaro Gándara del Castillo, médico coordinador de la Unidad de Cuidados Paliativos de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid que aseguró que a la eutanasia "se le ha dado cada vez más cabida gracias a la campaña de engaño a la ciudadanía, a través de la manipulación de medios sociales y aprovechando casos paradigmáticos".
En ese sentido, Gándara criticó que se contraponga la eutanasia a los cuidados paliativos, porque "practicar la muerte a un paciente no forma parte de la atención médica. Al contrario que la eutanasia, los cuidados paliativos respetan la ética médica, la deontología y los principios hipocráticos; se ayuda al paceinte desde la empatía, la compasión y la escucha".
El doctor Manuel Martínez-Sellés, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), también participó en el congreso con una ponencia sobre el embrión humano y el feto como pacientes.
Martínez-Sellés pidió fomentar las políticas públicas de apoyo a la natalidad y educar a las nuevas generaciones en una cultura de la vida porque "un embrión humano, independientemente de cómo se haya obtenido, merece todo el respeto".
"No se puede considerar al feto como un apéndice de la madre, sino que debe ser, y es, un paciente real, con derecho propio y merecedor de todo el respeto posible", subrayó Martínez-Sellés.
Además, el presidente del ICOMEM señaló que "el feto, como paciente, tiene derecho a todas las posibilidades para obtener beneficio o para que su vida, si se encuentra en peligro, sea salvada de una forma razonable", y ha explicado que "si se asume al feto como una persona enferma, el manejo el embarazo deberá implicar un beneficio prioritario para él".
El Congreso también ha contado con expertos como el vicepresidente de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica, Emilio García Sánchez, que aseguró que "los seres humanos son dignos, pero no da igual el modo en cómo se originen sus vidas y el modo en cómo sea satisfecho el deseo de tener hijos. No se debería olvidar que el respeto de la vida humana debe comenzar por el respeto al origen de la existencia de la vida, porque si no acabaría devaluándose la dignidad de otras vidas humanas".
Además, García Sánchez destacó que "es el amor incondicional de los padres lo que hace digna la causa, el origen de la existencia de la vida".
También participó la directora del Máster Universitario en Bioética de la Universidad Rey Juan Carlos, Marta Albert Márquez, que recordó que "el Tribunal Constitucional tiene mucha jurisprudencia sobre la objeción de conciencia, pero no ha seguido una línea de continuidad".
Por eso afirmó que "no sabemos si cuando se posicione en el caso de la eutanasia y del aborto quedará claro".
En cuanto a la Ley de objeción de conciencia del profesional sanitario, Albert Márquez destacó énfasis en los pequeños resquicios de esta disposición, como la objeción sobrevenida que calificó de "un arma de doble filo, porque puede implicar que los pacientes sean acompañados, desde el inicio, solo por profesionales con una posición favorable a la eutanasia".