Mons. Corrado Lorefice, Arzobispo de Palermo (Italia), suprimió durante tres años el papel de los padrinos de Bautismo y Confirmación.
El 31 de enero, el Arzobispo italiano emitió un decreto suspendiendo "el oficio de Padrino y Madrina en el Bautismo de niños, en la Confirmación de adolescentes y adultos, así como en la iniciación cristiana de adultos".
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Esta medida "ad experimentum" se hará efectiva desde el 10 de julio de 2023 y tendrá una duración de tres años.
Además, Mons. Corrado pidió que durante el rito del Bautismo y Confirmación "se omita todo lo referente a los padrinos", y que los ministros ordenados encargados de impartir estos sacramentos "expliquen adecuadamente a los fieles las razones pastorales que han llevado a esta decisión".
El Arzobispo de Palermo indicó en su decreto que la Iglesia suele confiar en la aptitud de los fieles para ejercer el oficio de padrinos.
Sin embargo, "las convenciones sociales y los hábitos consolidados han comprometido el auténtico sentido de este oficio ejercido en nombre y por mandato de la Iglesia".
"Ha perdido su sentido original de acompañamiento en la vida cristiana de los bautizados y confirmados, quedando reducido a un mero 'adorno coreográfico' en una ceremonia religiosa", lamentó.
Mons. Corrado aseguró que "desde hace algún tiempo se debate sobre la conveniencia o no de suspender o abolir la institución del 'padrinazgo', considerada, de hecho, no obligatoria por el propio Código de Derecho Canónico".
Algunas otras diócesis italianas tomaron decisiones similares en los últimos años.
En 2017, el Obispo de Melfi-Rapolla-Venosa, Mons. Gianfranco Todisco, suspendió por tres años los padrinos de Confirmación debido a la "falta de responsabilidad al transmitir la fe con el testimonio de vida". En 2020, su sucesor, Mons. Ciro Fanelli, otorgó una prórroga a esta medida.
Por su parte, la Diócesis de Mazara del Vallo también decretó que, debido a que "el oficio de padrino en los dos sacramentos del Bautismo y de la Confirmación ha perdido su significado original", este queda suspendido desde enero de 2022 hasta diciembre de 2024.
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que el papel del padrino o de la madrina es ayudar a que la gracia bautismal pueda desarrollarse.
Por eso, continúa el Catecismo, los padrinos "deben ser creyentes sólidos, capaces y prestos a ayudar al nuevo bautizado, niño o adulto, en su camino de la vida cristiana".
Por su parte, el Código de Derecho Canónico establece en su numeral 872 que "en la medida de lo posible, a quien va a recibir el Bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el Bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el Bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo".
Además, explica que a los padrinos "les corresponde procurar que se comporte como verdadero testigo de Cristo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al sacramento".