Policías motorizados recorren Sudamérica con la misión “El anónimo de la fe 2”

Moto for Peace, delegación de policías motorizados de Europa, comenzó una nueva misión humanitaria por Sudamérica titulada "El anónimo de la fe 2", con la intención de apoyar el compromiso de los misioneros católicos que trabajan en comunidades pobres.

Moto for Peace es una organización sin fines de lucro fundada por policías italianos en el año 2000, con el objetivo de recorrer el mundo sobre motocicleta para realizar labores humanitarias, sociales y de evangelización. 

Cuatro años más tarde se sumaron policías de España y Alemania y en la actualidad la agrupación está compuesta por policías activos de distintos países europeos que destinan su tiempo y recursos particulares a esta labor.

De esta forma, Moto for Peace inculca la solidaridad, la amistad, el intercambio cultural y contribuye al bienestar de los más débiles, a través de acciones concretas como son proyectos educativos, de salud y sanitarios.

La ONG donó diez motos en Nepal, recaudó dinero para construir un depurador de agua en Etiopía, apoyó la finalización de la construcción de un orfanato en Bolivia, ha realizado ayudas médicas en África, entre otras acciones.

La delegación actual compuesta por 16 misioneros italianos, alemanes y españoles salió el 29 de enero desde Francia con destino a Chile, y desde ahí, continuará su recorrido por el sur hacia Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Perú.

Al llegar a Chile, el 4 de febrero, visitaron las dependencias del Arzobispado de Santiago y la Catedral Metropolitana. En esa ocasión fueron recibidos por el Arzobispo del lugar, Mons. Celestino Aós, quien manifestó su alegría "por encontrar personas que apuestan y trabajan por la paz".

En tanto el Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Alberto Lorenzelli, que fue Capellán de la Dirección de Servicios de Seguridad y Protección Civil del Estado Vaticano, dijo que Moto for Peace "hace un recorrido de paz" para ofrecer ayuda para los más pobres y los vulnerables y siempre viendo sus necesidades y sus urgencias, indicando la solidaridad que tienen en su corazón".

El objetivo de este viaje es llevar la misión "El anónimo de la fe 2" a lo largo de 14 mil kilómetros de recorrido en un tiempo aproximado de dos meses.

La misión tiene la intención de apoyar el compromiso de los misioneros católicos en América del Sur, visitando las comunidades en las que ellos desarrollan su labor en condiciones de pobreza, escasez de recursos e inestabilidad social.

El proyecto describe que "la figura del misionero es a menudo la única fuente de esperanza para las personas más necesitadas que viven en países en vías de desarrollo. Su trabajo diario y tranquilo, realizado con fe, responsabilidad y abnegación, es desarrollado frecuentemente en silencio".

De esta forma ya han visitado hogares de ancianos y de niños huérfanos en tres ciudades del país sureño, como parte de un itinerario que contempla el apoyo a unas 12 misiones en Sudamérica.

Celestino Suárez, vicepresidente de Moto For Peace, explicó a ACI Prensa que la misión "El anónimo de la fe 2" se realiza con la colaboración del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, organismo que conoció la labor del grupo en 2018 y alentó la realización de una segunda versión en tierras sudamericanas.

Suárez explicó que lleva 16 años dedicando sus vacaciones legales y recursos al desarrollo de la misión de Moto for Peace, en forma desinteresada "para entregar diversos mensajes de cultura y de solidaridad; de que todo es posible si se hace desde el corazón; que los policías pueden hacer muchas cosas por la sociedad; y contemplar el trabajo de los misioneros religiosos que dan todo sin nada a cambio". 

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