"Dios es mi copiloto" es una conocida frase que la Agrupación de Motociclistas Peregrinos de Buenos Aires (Argentina) vive al pie de la letra cada vez que recorren kilómetros para cumplir una importante misión mariana: llevar la imagen de la Virgen de Luján por todo el país.
El último viaje realizado fue el 1 de abril para entregar la imagen de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, a la comunidad de la parroquia Santos Mártires Inocentes ubicada en el barrio 5 de Mayo de Ensenada, La Plata.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Tanto la comunidad como el párroco del lugar, P. Christian Viñas, recibieron con alegría este regalo de Pascua. Bendijeron la imagen durante una Misa y la llevaron en procesión hasta una de las zonas más pobres de Villa Tranquila, donde la comunidad de vida, San José Obrero, le construirá una ermita.
Con esta última donación los Motociclistas Peregrinos suman 22 las comunidades donde se ha entronizado la imagen de la Virgen de Luján. Hacia el norte del país han llegado hasta la quebrada de Humahuaca y por el sur hasta río Negro; mientras que en la zona central se han trasladado desde la costa hacia la Cordillera de Los Andes, frontera con Chile.
La agrupación compuesta en su mayoría por oficiales y suboficiales retirados de la policía federal nació en 1997 inspirados en la peregrinación que realiza todos los años la Policía Federal hacia el Santuario de Luján.
En forma paralela y continuando la tradición, los Motociclistas Peregrinos llegan cada último fin de semana de noviembre con una imagen de la Virgen de Luján, la que es bendecida y llevada durante la Semana Santa del año siguiente a una próxima comunidad que la necesite.
En estos 20 años el grupo se ha renovado constantemente, sumando incluso a hijos y nietos. Llevan un total de 45 mil kilómetros recorridos sobre las motocicletas que ellos mismos describen como "un vehículo de la fe, la cultura y el esparcimiento".
En conversación con ACI Prensa, Eduardo Mujica de 69 años explicó que "son viajes de solidaridad y compañerismo entre motociclistas y con una importante misión a cumplir. Para nosotros es hacer un sacrificio, es tener un momento para hacer un análisis profundo e intenso de la vida y lo más importante ampararnos bajo el manto de la Virgen".
En ese sentido, sienten en cada viaje la presencia de Dios. Por ejemplo, cuando experimentaron una especial protección durante una tormenta de granizos, cuando la gente los ha ayudado a resolver problemas mecánicos, o cuando tomaron una fotografía que, según ellos, refleja a la Virgen María en el parabrisas de una moto.
Para Eduardo Stabilé, de 59 años, cada peregrinación es "un acto de fe". "La Virgen dice muchas cosas, habla de la fe cristiana, habla de la protección de nuestra patria, de la protección de las rutas y es protectora de la institución policial".
"La Virgen tienen una connotación inmensa para nosotros, está arraigada en nuestra vida. Y esa fe hay que compartirla, si te la quedas solito sos un egoísta y con esto ayudas a mucha gente a renovar su fe", agregó Stabilé con 10 años en la agrupación.
Para más información visite: Agrupación Motociclistas Peregrinos