Frente a la cuarentena decretada en Perú para frenar el avance del nuevo coronavirus, una importante pastelería local canceló sus servicios para no exponer a sus trabajadores a un posible contagio, y pidió a su santo patrono que interceda ante Dios para enfrentar la pandemia.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, decretó por medio de un mensaje a la nación un estado de emergencia a nivel nacional para frenar el avance del COVID-19, que lleva ya 86 infectados en el país.
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La cuarentena decretada impide el libre tránsito de personas, siendo únicamente exonerado para los que trabajen en entidades financieras, servicios de salud, venta de productos de primera necesidad, medios de comunicación y centrales de atención telefónica.
Por medio de LinkedIn, el gerente general de la Pastelería San Antonio, Rubén Sánchez, informó que a pesar de que la empresa se encuentra entre las entidades que pueden brindar sus servicios, cancelará la atención de sus locales y el servicio de delivery.
En "la pandemia que estamos viviendo no puede exponer a nadie, mucho menos a nuestra familia, nuestros empleados que día a día lo dan todo de sí para que la empresa funcione", señaló.
Sánchez indicó que el principal motivo para extremar estos cuidados son sus trabajadores, sin importar que el cierre intempestivo de su negocio implique la pérdida de alimentos.
Además, el gerente resaltó que este evento es una oportunidad para poner a prueba sus valores como empresa, por lo que repartirán su mercancía a sus empleados, "a estas 700 familias que durante 15 días deben mantener a sus hogares".
"Pagaremos sus utilidades la siguiente semana y por supuesto su sueldo a fin de mes", agregó.
Asimismo, Sánchez señaló que seguirán pagando sus impuestos y todas las obligaciones contraídas, "todo esto sin funcionar, sin operar, sin vender, del bolsillo de la empresa, de los accionistas".
Finalmente, pidió a Dios y a San Antonio, del que toma el nombre la empresa, que de fuerza y capacidad de "aguantar el temporal y proteger el trabajo de mi equipo".