Antes del rezo del Ángelus este domingo 26 de diciembre, Fiesta de la Sagrada Familia, el Papa Francisco destacó que "para preservar la armonía en la familia hay que luchar contra la dictadura del yo" y alentó a rezar cada día juntos.
Al recordar la celebración de la Sagrada Familia de Nazaret, el Papa señaló que "Dios eligió a una familia humilde y sencilla para venir entre nosotros" y subrayó la importancia de la oración en familia.
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"Cada día, por favor, recen un poco juntos, si pueden, hagan el esfuerzo, para pedir a Dios el don de la paz. ¡Y comprometámonos todos -padres, hijos, Iglesia, sociedad civil- a apoyar, defender y proteger la familia que es nuestro tesoro!", invitó el Santo Padre.
En esta línea, el Pontífice rezó para "que la Virgen María, esposa de José y madre de Jesús, proteja a nuestras familias".
Luego, el Santo Padre advirtió que "es peligroso cuando, en lugar de escucharnos, nos culpamos de nuestros errores; cuando, en lugar de preocuparnos por los demás, nos centramos en nuestras propias necesidades; cuando, en lugar de hablar, nos aislamos con nuestros teléfonos móviles; es triste ver en el almuerzo una familia en la que cada uno tiene su propio teléfono móvil sin hablarse, cada uno habla con el celular; cuando nos acusamos unos a otros, repitiendo siempre las mismas frases, escenificando una obra de teatro ya vista en la que cada uno quiere tener razón y al final hay un frío silencio".
De este modo, el Papa dio un consejo "por la noche, después de todo, hagan las paces. Siempre. Nunca vayan a dormir sin haber hecho las paces, porque si no al día siguiente habrá una 'guerra fría'. Y esta es peligrosa porque comenzará una historia de reclamos, una historia de resentimientos".
"¡Cuántas veces, por desgracia, nacen conflictos dentro de las paredes del hogar como resultado de silencios demasiado largos y egoísmos no curados! A veces incluso se llega a la violencia física y moral. Esto rompe la armonía y mata a la familia", lamentó.
Por ello, el Santo Padre indicó que "para preservar la armonía en la familia, hay que luchar contra la dictadura del yo" y animó a pasar "del 'yo' al 'tú'" porque "lo que debe ser más importante en la familia es el 'tú'".
Además, el Papa recordó que "la familia es la historia de la que provenimos. Cada uno de nosotros tiene su propia historia, ninguno nació mágicamente, con la varita mágica" y sugirió "dar las gracias y rezar por nuestras familias".
"Puede que no hayamos nacido en una familia excepcional y sin problemas, pero es nuestra historia, cada uno debe pensar: 'es mi historia, son nuestras raíces'. ¡Si las cortamos, la vida se seca! Dios no nos creó para ser conductores solitarios, sino para caminar juntos", afirmó.
En este sentido, el Santo Padre señaló que "cada día, en la familia, hay que aprender a escucharnos y comprendernos, a caminar juntos, a afrontar los conflictos y las dificultades. Es el reto diario, y se gana con la actitud adecuada, con pequeñas atenciones, con gestos sencillos, cuidando los detalles de nuestras relaciones".
"En el Evangelio vemos que incluso en la Sagrada Familia no todo va bien: hay problemas inesperados, angustia, sufrimiento… Aprendamos esto: ¡antes del 'yo' está el 'tú'! En mi idioma hay un adjetivo para la gente que dice antes del tú el yo: 'yo, mi, conmigo, para mi, y para mi beneficio'. Hay gente que es así: primero el 'yo' y después el 'tú'. No, en la Sagrada Familia primero el 'tú' y después el 'yo'", concluyó el Papa.