En el vuelo que lo llevó de Sri Lanka a Filipinas, en el marco de su segunda visita a Asia, el Papa Francisco respondió a una serie de inquietudes de los periodistas en el avión papal. Una de estas preguntas se refirió a la masacre en la sede de la revista satírica francesa Charlie Hebdo.

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El 7 de enero un grupo de terroristas identificados como extremistas islámicos ingresó con armas a las oficinas de Charlie Hebdo en París (Francia) y mató a 12 personas, entre caricaturistas y miembros de la policía.

El atentado ha sido reivindicado por Al Qaeda en respuesta a las ofensivas caricaturas que ha difundido Charlie Hebdo sobre Mahoma y el Islam.

En los últimos años,la revista francesa se ha burlado constantemente de políticos y líderes religiosos e incluso de la Iglesia Católica, de sus pastores, de la Virgen María y de la Santísima Trinidad.

Consultado por un periodista francés sobre el caso y su relación con la libertad de expresión, el Papa Francisco señaló que "no puedes provocar. No puedes insultar la fe de otros. No puedes burlarte de la fe" y advirtió que "no puedes matar en el nombre de Dios". "Todos nosotros tenemos no solo la libertad, sino el derecho y también la obligación de decir lo que pensamos para ayudar a construir el bien común", dijo el Santo Padre.

"Tenemos la obligación de libremente tener esta libertad, pero sin ofender".

"Matar en el nombre de Dios es una aberración contra Dios. Pienso que esto es lo más importante con la libertad religiosa. Puedes practicar (tu religión) con libertad, pero sin imponer o matar".

Francisco dijo a los periodistas que "no puedes ofender o hacer la guerra, matar en el nombre de tu religión, que es en el nombre de Dios".  Pero si la libertad de expresión es usada para ofender, advirtió, uno puede esperar una reacción.

Francisco usó el ejemplo del Dr. Alberto Gasbarri, el organizador de los viajes papales, que estaba junto a él durante la conferencia de prensa. "Es verdad que no puedes reaccionar violentamente. Pero, si el Dr. Gasbarri, mi gran amigo, dice algo contra mi madre, puede esperar un golpe. Es normal". Aquellos que "giocatalizzano" o "hacen un juguete de la religión de otros… están provocando", prosiguió.

"Y lo que puede suceder es lo que dije sobre el Dr. Gasbarri si dice algo sobre mi madre. Hay un límite". 

El Santo Padre reiteró que "toda religión tiene dignidad, toda religión que respeta la vida humana y a la persona humana y no me puedo burlar de ella. Y este es un límite". "He usado este ejemplo del límite para decir que en la libertad de expresión hay límites", explicó.

Sobre la libertad religiosa, Francisco dijo que "no puedes ocultar la verdad. Todos tienen el derecho a practicar su religión, su propia religión, sin ofender, libremente. Y eso es lo que hacemos, lo que todos queremos hacer".

Transcripción de la respuesta del Papa:
 
Pregunta: Santo Padre, ayer a la mañana durante la Misa habló de la libertad religiosa como de un derecho humano fundamental. Pero en el respeto de las diversas religiones, ¿hasta qué punto puede ir la libertad de expresión, que también es un derecho humano fundamental?
 
Respuesta del Papa Francisco: Gracias por esta pregunta que es muy inteligente, es buena. Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad religiosa, como la libertad de expresión. Pero... ¿Usted es francés? Vayamos a París, hablemos claro. No se puede esconder la verdad: cada uno tiene el derecho de practicar su propia religión sin ofender, libremente. Y así hacemos y queremos hacer todos.
 
Segundo, no se puede ofender, o hacer la guerra, matar en nombre de la propia religión, es decir, en nombre de Dios. A nosotros lo que pasa ahora, nos asombra. Pero pensemos en nuestra historia: ¿cuántas guerras de religión tuvimos? Piense en la Noche de San Bartolomé. ¿Cómo se entiende esto? También nosotros fuimos pecadores en esto, pero no se puede matar en nombre de Dios, es una aberración. Matar en nombre de Dios es una aberración. Esto es lo principal de la libertad de religión: se debe hacer con libertad, sin ofender, pero sin imponer y sin matar.
 
La libertad de expresión: cada uno no sólo tiene la libertad, sino que tiene el derecho y la obligación de decir lo que piensa para ayudar al bien común. Si un diputado o un senador no dice lo que piensa que es el verdadero camino, no colabora al bien común. Y no sólo estos, sino tantos otros.
 
Tenemos la obligación de decir abiertamente, tener esta libertad, pero sin ofender. Porque, es verdad que no se puede reaccionar violentamente. Pero si el doctor Gasbarri, gran amigo, dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal! No se puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede.
 
Benedicto XVI en un discurso, no me acuerdo cuál, había hablado de esta mentalidad post positivista, de la metafísica post positivista, que llevaba a creer que las religiones o las expresiones religiosas son una suerte de subculturas, que son toleradas, pero que son poca cosa, no son parte de la cultura ilustrada. Y esta es un herencia de la Ilustración, eh.
 
Hay mucha gente que habla mal de otras religiones o de las religiones, les toma el pelo, digamos que juguetea con las religiones de los otros. Y estos provocan y puede pasar lo que le podría pasar al doctor Gasbarri si dice algo en contra de mi mamá, ¿no? Es decir, ¡hay un límite!
 
Cada religión tiene dignidad, cualquier religión que respeta la vida, la persona humana. Y yo no puedo tomarle el pelo. Y esto es un límite. Tomé este ejemplo de límite, para decir que en esto de la libertad de expresión hay límites, como el de mi mamá. No sé si logré responder la pregunta.