El diario del Vaticano L'Osservatore Romano publicó el prefacio escrito por el Papa Francisco en el libro "San Juan Pablo II: 100 años, palabras e imágenes" que la Librería Editora Vaticana publica en ocasión del centenario del nacimiento del Papa peregrino, el 18 de mayo de 1920.
"San Juan Pablo II sufrió como Papa, sufrió el terrible atentado de 1981, ofreció su propia vida, derramó su sangre por la Iglesia, y nos ha testimoniado que también en la difícil prueba de la enfermedad, compartida cotidianamente con el Dios hecho hombre y crucificado por nuestra salvación, se puede permanecer alegre, se puede ser uno mismo. Se puede uno alegrar en la certeza del encuentro con Jesús resucitado", escribió el Santo Padre.
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El atentado al que se refiere el Papa Francisco ocurrió el día de la Virgen de Fátima, el 13 de mayo de 1981, cuando el turco Ali Agca disparó a San Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Uno año después del atentado, el Papa peregrino viajó al santuario de Fátima en Portugal y colocó en la corona de la Virgen la bala que le extrajeron, en agradecimiento a la Madre de Dios por salvarle la vida.
El Papa Francisco también resaltó que "San Juan Pablo II ha sido un gran testimonio de la fe, un gran hombre de oración que vivió completamente inmerso en su tiempo y constantemente en contacto con Dios, una guía segura para la Iglesia en tiempos de grandes cambios".
"Muchas veces en el curso de mi vida como sacerdote y obispo lo he mirado a él pidiéndole en mis oraciones el don de ser fiel al Evangelio como él nos testimoniaba", agregó.
Tras resaltar el gran aporte de sus encíclicas al magisterio eclesial y "el gran don del Catecismo de la Iglesia Católica" en 1992, Francisco destacó la gran pasión de Juan Pablo II "por lo humano, su apertura, su búsqueda del diálogo con todo, su determinación al poner por obra sus esfuerzos para poner fin a guerras, y su disposición a salir al encuentro de todos y abrazar al que sufre".
"Deseo poner en la atención de los lectores todo lo que este Papa sufrió en su vida. Sus sufrimientos están vinculados a los sufrimientos de su pueblo y su nación, Polonia. Precozmente huérfano de madre, vivió el drama de la muerte de su amadísimo hermano y luego de su padre. Cuando ingresó en el seminario clandestino de Cracovia perdió a todos sus familiares más cercanos".
"En un libro suyo autobiográfico, ya como Papa, revelará que cada día se preguntaba por qué el Señor lo dejó vivo, mientras en torno a él tantos morían", también a causa de la guerra.
Luego de destacar sus dotes como gran educador en la fe, el Papa Francisco destacó que Juan Pablo II fue "un gran testimonio de la misericordia y durante todo su pontificado nos ha señalado esta característica de Dios".
Tras recordar el gran amor de Karol Wojtyla por la Virgen María, Francisco expresó su deseo de que este libro "pueda llegar a las manos de muchos, sobre todo de los jóvenes: recordamos su fe y que su figura sea ejemplo para vivir nuestro testimonio hoy".
"Sentimos resonar su llamado a abrir las puertas a Cristo, a no tener miedo. Caminemos alegres, pese a las dificultades, en medio del sentir del mundo, siguiendo las huellas de los gigantes que nos han precedido en la certeza de que no estamos ni estaremos nunca solos", subrayó el Papa Francisco.