Por decisión del Papa Francisco, que decidió renunciar a la residencia papal de Castel Gandolfo, este lugar se ha puesto a disposición como un museo para que los visitantes conozcan los aposentos pontificios del Palacio Apostólico de esta villa donde habitualmente los Pontífices descansaban en el verano.
La Santa Sede ya había abierto al público los jardines de este complejo palaciego desde hace dos años.
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Con esta decisión, el Papa quiso compartir con los fieles, y con los ciudadanos en general, un monumento esencial de la historia de la Iglesia. El Palacio Apostólico se podrá visitar a partir del sábado 22 de octubre.
Estas estancias estuvieron a disposición de los Papas de los 33 últimos Pontificados, pero solo 15 Papas lo han utilizado como residencia de verano.
El director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, dijo esta mañana en Castel Gandolfo que "este evento tiene un fuerte significado simbólico, porque representa la política pastoral de este Papa, su apertura al mundo".
En conferencia de prensa realizada ante los periodistas que llegaron a la villa, Paolucci contó que "el Santo Padre me dijo que 'la residencia de Castel Gandolfo, esa obra de arte, la cultura y la naturaleza, que muchos de mis predecesores amaron, a mí no me interesa: tengo demasiadas cosas que hacer, problemas por resolver, viajes por el mundo que hacer, entonces renuncio a este palacio. Quiero que este lugar cargado de historia, cultura y arte, sea regalado al público'".
Según informa el diario La Nación, este lugar es "un universo hasta ahora cerrado, que solo pocos privilegiados podían visitar".
La residencia de Castel Gandolfo fue el lugar adonde se retiró el Papa Emérito Benedicto XVI tras anunciar su renuncia al pontificado en el año 2013. Después de estar algunos días allí se mudó al monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano donde reside actualmente.
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Breve historia
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Papa Pío XII acogió en el Palacio a personas procedentes de las regiones colindantes afectadas por el conflicto. Pío XII cedió sus aposentos personales a las mujeres embarazadas y alrededor de 50 niños nacieron entre sus muros. Todos ellos se bautizaron con el nombre de Eugenio, puesto que el nombre del Papa era Eugenio Pacelli.
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El Palacio Apostólico de Castel Gandolfo se encuentra donde se alzaba la mítica ciudad de Alba Longa, lugar de nacimiento de Rómulo y Remo, fundadores de Roma. Alrededor del año 1.000, la familia Gandolfo, originarios de Génova, adquirieron el lugar y construyeron un castillo.
En el 1279, el Cardenal Giacomo Savelli, prefecto papal y capitán del ejército pontificio, adquirió los terrenos y la fortaleza. En el año 1285 el cardenal Savelli resultó elegido Papa con el nombre de Honorio IV. Los Savelli conservaron esa propiedad hasta finales del siglo XV, cuando la Cámara Apostólica la expropió para saldar la gran deuda que había contraído la familia.
En 1604, Castel Gandolfo pasó a ser parte del patrimonio de la Iglesia. El Papa Pablo V Borghese llevó a la localidad agua potable. El primer Papa en instalarse en la residencia durante sus vacaciones fue Urbano VIII Barberini, en mayo de 1626.
La transformación del castillo en Palacio Apostólico fue obra suya al decretar que a partir de entonces se convertiría en la sede papal de vacaciones.
Además de los apartamentos papales, los visitantes podrán recorrer el Salón de los Suizos, la Sala del Trono, la Sala del Consistorio y la Capilla Privada.