El Papa Francisco recibió el domingo por la tarde en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, a un grupo de presos del centro penitenciario Due Palazzi, de Padua.
El Santo Padre conversó con ellos y escuchó sus inquietudes en un gesto que muestra, una vez más, el especial compromiso y la preocupación del Papa Francisco hacia las personas privadas de libertad.
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La invitación del Papa llegó por sorpresa a los detenidos presentes en Roma para asistir al Jubileo de los Encarcelados, que se clausuró el domingo con una Misa en la Basílica de San Pedro.
"Ayer por la tarde, mientras estábamos de visita en algunas basílicas de Roma, nos llegó por teléfono, a través de un sacerdote, la invitación de Francisco a visitarlo en el Vaticano. Pensé que era una broma", así lo cuenta a InBlu Radio, de la Conferencia Episcopal Italiana, el P. Marco Pozza, capellán penitenciario de la cárcel Due Palazzi.
Durante el encuentro privado, Francisco quiso conocer las circunstancias personales de cada prisionero y su situación en la cárcel.
"Tuvimos el privilegio de celebrar el Jubileo de la mejor manera posible, especialmente teniendo en cuenta que estos hermanos, que ahora regresan a su celda, fueron catapultados al corazón de la cristiandad junto al Papa Francisco".
El Pontífice se mostró en repetidas ocasiones a favor de la reinserción social de los condenados a prisión arrepentidos, y en contra de la pena de muerte.
Según hizo público recientemente Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Papa está en contacto telefónico con varios presos condenados a la pena máxima.
En la homilía, ante 4.000 encarcelados y sus familias, antiguos encarcelados, personal penitenciario y capellanes de cárceles, Francisco ofreció un mensaje de esperanza el domingo 6 de noviembre: "donde hay una persona que se ha equivocado, allí se hace presente con más fuerza la Misericordia del Padre, para suscitar arrepentimiento, perdón, reconciliación".
Posteriormente, tras el rezo del Ángelus, el Santo Padre pidió a las autoridades civiles competentes "la posibilidad de realizar, en este Año Santo de la Misericordia, un acto de clemencia en favor de los encarcelados que sean considerados idóneos para beneficiarse de dicho procedimiento".
Además, hizo un llamado a "mejora de las condiciones de vida en las cárceles, con el objetivo de que sea plenamente respetada la dignidad humana de los detenidos".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 3 de noviembre de 2016