El Papa Francisco inauguró la Jornada "Juntos por el Líbano" que se lleva a cabo este 1 de julio en el Vaticano con la participación de todos los líderes cristianos del Líbano.

En primer lugar, el Pontífice se reunió en la Casa Santa Marta con los representantes cristianos del Líbano en un clima cordial. Saludó a cada uno de ellos y se detuvo a conversar brevemente con varios. Además de los líderes cristianos estaban presentes autoridades de la Secretaría de Estado y representantes pontificios.

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Luego, el Santo Padre salió caminando desde la Casa Santa Marta hasta la Basílica de San Pedro junto a los líderes cristianos del Líbano. Al llegar, entraron por un costado de la Basílica vaticana desde la conocida "puerta de la oración".

Al llegar a la Basílica todos permanecieron de pie en un semicírculo en frente del Altar de la Cátedra y rezaron el Padre Nuestro.

Después, el Santo Padre junto a los líderes cristianos permanecieron en silencio orante durante varios minutos.

Posteriormente, el Papa bajó junto a ellos a la tumba de San Pedro. Al bajar cada uno de ellos encendió una vela y la colocó frente a la tumba del Apóstol Pedro. Allí permanecieron nuevamente en silencio orante durante un tiempo.

 

 

Entre los participantes a esta Jornada se encuentran el Nuncio Apostólico en el Líbano, Mons. Joseph Spiteri, y los diez jefes de las comunidades cristianas presentes en este país.

Los representantes de la Iglesia Católica procedentes de la "tierra de los cedros" son: el Patriarca Maronita, Cardenal Bechara Boutros Raï, el Patriarca Sirio Católico Ignace Youssef III Younan, el Patriarca Melquita Youssef Absi, el Obispo Caldeo, Mons. Michel Kassarj y el vicario apostólico Latino, Mons. César Essayan.

Además, entre los anfitriones en el Vaticano están presentes el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri y el presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Cardenal Kurt Koch.

Esta histórica Jornada de reflexión y oración convocada por el Papa Francisco tiene como lema "El Señor Dios tiene planes de paz. Juntos por el Líbano".

Después de la oración en la Basílica de San Pedro los participantes se trasladaron a la Sala Clementina del Vaticano en donde se llevarán a cabo tres sesiones de trabajo, que los organizadores de la iniciativa llamaron "consultas": una a las 10:00 a.m., la segunda a las 11.20 a.m. y la última a las 4:30 p.m.

Además, el Papa almorzará con los invitados en la Casa Santa Marta.

Finalmente, el Santo Padre participará con ellos en una "oración ecuménica por la paz" que se llevará a cabo en la Basílica de San Pedro a las 6:00 p.m.

Cercanía del Papa al Líbano

El Papa Francisco ha expresado en numerosas ocasiones su cercanía al Líbano y ha confirmado su intención de visitar el país "tanto pronto como se den las condiciones".

El 8 de marzo durante la rueda de prensa concedida a los periodistas que le acompañaban en el vuelo de regreso a Roma tras su viaje a Irak, el Papa reconoció que existe la hipótesis de un posible viaje apostólico al Líbano, aunque no especificó en qué fecha, y el 22 de abril confirmó su intención de este viaje durante una audiencia privada en el Vaticano con el Primer Ministro libanés, Saad Hariri.

Al finalizar la Audiencia General del 5 de agosto de 2020 desde la biblioteca del palacio apostólico, el Papa Francisco pidió oraciones por las explosiones en Beirut y solicitó rezar por Líbano para que consiga superar la crisis que está atravesando.

El 2 de septiembre ante fieles reunidos en el patio de San Dámaso el Papa indicó que "durante más de 100 años el Líbano ha sido un país de esperanza" y añadió que "incluso en los periodos más oscuros de su historia los libaneses han conservado su fe en Dios y han demostrado la capacidad de hacer de su tierra un lugar de tolerancia, de respeto, de convivencia, único en la región".

En esa ocasión, el Santo Padre destacó también que "Líbano representa algo más que un Estado, el Líbano es un mensaje de libertad, es un ejemplo de pluralismo, tanto para el Oriente que para el Occidente" por lo que "por el bien mismo del país, pero también del mundo, no podemos permitir que este patrimonio se pierda".

"Animo a todos los libaneses a continuar a esperar, a recuperar las fuerzas y las energías necesarias para repartir. Pido a los políticos, a los líderes religiosos, comprometerse con sinceridad y transparencia en la obra de reconstrucción dejando caer los intereses de partes y mirando al bien común y al futuro de la nación. Renuevo la invitación a la comunidad internacional a sostener el país para ayudarlo a salir de la grave crisis sin ser involucrado en las tensiones regionales", advirtió entonces el Papa.

Por último, el Santo Padre convocó a vivir una Jornada universal de Oración y de Ayuno por el Líbano que se llevó a cabo el viernes 4 de septiembre.

San Juan Pablo II y Benedicto XVI

En una reciente rueda de prensa, el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri, subrayó la importancia de la exhortación apostólica "Una nueva esperanza para el Líbano" de San Juan Pablo II en la que el Pontífice recordó la Asamblea Especial para el Líbano del Sínodo de los Obispos.

En ese documento, San Juan Pablo II destacó que "la situación del país era dramática" porque "el Líbano ha sido profundamente sacudido en todos sus componentes" y añadió que invitó "a los católicos presentes en aquella tierra a emprender un camino de oración, penitencia y conversión, que les permitiera interrogarse ante el Señor sobre su fidelidad al Evangelio y su compromiso efectivo en el seguimiento de Cristo".

Por su parte, el Purpurado explicó que "tras un largo proceso de preparación, el Sínodo Especial para el Líbano se celebró en 1995 en Roma; y la exhortación apostólica de la que he citado el principio fue entregada por el santo pontífice durante su visita a la Tierra de los Cedros, en mayo de 1997".

Asimismo, el Cardenal Sandri resaltó que el Papa Emérito Benedicto XVI "eligió también la misma tierra para firmar y entregar el Documento de conclusión del Sínodo Especial para Oriente Medio, en septiembre de 2012, "Ecclesia in Medio Oriente".