El Papa Francisco destacó que Santa Clara de Asís es un modelo luminoso de quien "ha sabido vivir su adhesión a Cristo con valentía y generosidad" e invitó a imitar su ejemplo para "responder fielmente a la llamada del Señor".
Así lo dijo el Santo Padre ante numerosos fieles reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano durante la Audiencia General de este 11 de agosto, memoria litúrgica de Santa Clara.
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"Hoy celebramos la memoria de Santa Clara de Asís, modelo luminoso de quienes supieron vivir su adhesión a Cristo con valor y generosidad. Imiten su ejemplo para que, como ella, puedan responder fielmente a la llamada del Señor", señaló el Pontífice.
El Papa Francisco visitó la Basílica de Santa Clara en Asís el 4 de octubre de 2013 y se reunió con las religiosas de clausura que viven allí.
En aquella ocasión, el Santo Padre les pidió poner en el centro de su vida contemplativa a Jesús, y les solicitó que el monasterio "no sea un purgatorio" sino que sea "una familia".
Al dialogar con las religiosas sobre la vida en comunidad, les exhortó: "perdonen, sopórtense, porque la vida de la comunidad no es fácil" y les advirtió que "¡el diablo aprovecha todo para dividir!".
"Cuiden la amistad entre ustedes, la vida de la familia, el amor entre ustedes. Y que el monasterio no sea un purgatorio, que sea una familia", recomendó.
Además, el Santo Padre destacó que la contemplación debe ser "siempre con Jesús; Jesús, Dios y Hombre. Y la vida de la comunidad, siempre con un corazón grande, ¡eh! Dejando pasar".
"No vanagloriarse, soportar todo, sonreír desde el corazón. Y el signo de esto es la alegría. Y yo pido para ustedes esta alegría que nace precisamente de la verdadera contemplación y de una bella vida comunitaria", concluyó el Papa.
Gran amiga de San Francisco de Asís
Cuando Clara tenía 18 años, San Francisco acudió a la iglesia de San Giorgio de Asís para predicar durante la Cuaresma. Clara, después de escucharlo, sintió en su interior una llama que encendió su corazón y pronto le hizo suplicar a San Francisco que la ayudara a vivir también "según el modo del Santo Evangelio".
San Francisco, que enseguida reconoció en Clara una de esas almas escogidas destinadas por Dios para grandes cosas, prometió ayudarla y se convirtió en su guía espiritual.
En 1212, Clara huyó de su casa y se encaminó a la Porciúncula (Italia), donde entró a formar parte de la Orden de los Hermanos Menores. Clara prometió obedecer a San Francisco en todo. Tiempo más tarde ella y sus seguidoras se trasladaron al convento de San Damián, donde la santa permaneció 41 años hasta el día de su muerte.
Ese mismo año, Santa Clara y San Francisco de Asís fundaron la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas.
Primera mujer en escribir una regla de vida religiosa para mujeres
El Papa Benedicto XVI indicó que "Clara fue la primera mujer en la historia de la Iglesia que compuso una Regla escrita, sometida a la aprobación del Pontífice, para que el carisma de Francisco de Asís se conservara en todas las comunidades femeninas que ya se iban fundando en gran número en su tiempo y que deseaban inspirarse en el ejemplo de Francisco y de Clara".
Su decisión de escribir una regla fue una desviación radical de las normas religiosas de su tiempo. Solo después de insistir, el Papa Inocencio IV lo aprobó dos días antes de la muerte de Clara, el 11 de agosto de 1253.
Patrona de la televisión y las telecomunicaciones
A finales de la década de 1950, la televisión se estaba convirtiendo en una de las formas de comunicación más importantes de la sociedad moderna.
Por ello, el Papa Pío XII quiso ofrecer la bendición y protección de la Iglesia para esta nueva tecnología. Así, en 1958 publicó la Carta Apostólica proclamando a Santa Clara Patrona de la Televisión.