Evangelizar mostrando la unión con Cristo mediante la oración y la adoración, no mediante el proselitismo, sino, mediante el testimonio de fe y vida cristiana. Ese es el modo en que los bautizados, según explicó el Papa Francisco durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, deben transmitir el Evangelio.
"Humildad, mansedumbre y firmeza", son las características de la forma de evangelizar de los cristianos, explicó el Pontífice.
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"En el momento en que Jesús, bautizado por Juan, sale del agua del Jordán, la voz de Dios Padre resuena desde lo alto: 'Este es mi hijo, el amado. En quien me complazco'. En ese momento, el Espíritu Santo en forma de paloma se posó sobre Jesús y de esa manera dio comienzo a su misión salvadora; misión caracterizada por el estilo del siervo humilde y manso, armado solo con el poder de la verdad", indicó el Santo Padre.
El Pontífice recalcó las características que debe tener la misión evangelizadora de todo bautizado a imitación de Cristo: "Anunciar el Evangelio con dulzura y firmeza, sin arrogancia o imposiciones, ese es el estilo misionero de los discípulos de Cristo".
"La verdadera misión nunca es proselitismo –subrayó–, sino la atracción a Cristo a partir de la fuerte unión a Él por medio de la oración, de la adoración y de la caridad concreta, que es el servicio a Jesús presente en los hermanos más pequeños".
"A imitación de Jesús, pastor bueno y misericordioso, y animados por su gracia, estamos llamados a hacer de nuestra vida un testimonio alegre que ilumine el camino, que aporte esperanza y amor".
El Obispo de Roma subrayó que "esta fiesta nos hace redescubrir el don y la belleza de ser un pueblo bautizado, es decir, de pecadores salvados por la gracia de Cristo, insertados realmente, por obra del Espíritu Santo, en la relación filial de Jesús con el Padre, acogidos en el seno de la madre Iglesia, capaces de una fraternidad que no conoce confines ni barreras".
Francisco describió la escena evangélica del bautismo del Señor en el río Jordán: "en medio de la multitud penitente que acude a Juan Bautista para recibir el bautismo, está también Jesús. Juan trataba de impedirlo diciendo: 'Soy yo el que necesita ser bautizado por ti'".
El Papa explicó este sorprendente capítulo del Evangelio de San Mateo: "el Bautista es consciente de la inmensa distancia que hay entre él y Jesús. Pero Jesús vino precisamente para cubrir esa distancia entre el hombre y Dios".
"Si Él es 'todo' desde el punto de vista divino, también es 'todo' desde el punto de vista humano, de forma que junta lo que estaba dividido. Por eso le pide a Juan que lo bautice, porque cumple así de manera justa con el plan diseñado por el Padre que pasa por la vía de la obediencia y de la solidaridad con el hombre frágil y pecador, la vía de la humildad y de la plena cercanía de Dios a sus hijos", concluyó.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 8 de enero de 2017