Durante la Misa matutina celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que la historia de la salvación no termina con la Navidad, sino que continúa, con Dios caminando con los hombres, poniéndolos a prueba y salvándolos "en los momentos más feos, porque es nuestro Padre".
"Dios quiso salvarnos en la historia", afirmó el Papa, y recordó que "nuestra salvación no es una salvación ascética, de laboratorio – '¡no! ¡es histórica!", pues "no hay una salvación sin historia. Y para llegar al hoy hay una larga historia, una historia larguísima".
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"Y así, paso a paso, se hace la historia. Dios hace la historia, también nosotros la hacemos. Y, cuando nos equivocamos, Dios corrige la historia y nos lleva adelante, adelante siempre caminando con nosotros. Si no tenemos claro esto, ¡nunca comprenderemos la Navidad! ¡Nunca comprenderemos la Encarnación del Verbo! ¡Nunca! Es toda una historia que camina. 'Padre, ¿esta historia terminó con la Navidad? ¡No! También ahora el Señor nos salva en la historia. Y camina con su pueblo".
Francisco explicó que en esta historia Dios elige personas "para ayudar a su pueblo a ir adelante", como Abraham, Moisés, Elías, para quienes también hubo algunos momentos feos, momentos oscuros, incómodos, fastidiosos. Personas a las que les gustaría vivir tranquilas, pero que "el Señor incomoda. ¡El Señor nos incomoda para hacer la historia! Y tantas veces nos hace caminar por sendas que no queremos". Tanto que Moisés y Elías llegan a querer morir, pero luego confían en el Señor.
Así, abordó el Evangelio del día para recordar "otro momento feo en la historia de la salvación". El de José que descubre que su prometida, María, está encinta: "él sufre, ve que las mujeres de la aldea chismeaban en el mercado, sufre. 'Yo no la conozco. Es una mujer de Dios, ¿qué me ha hecho? ¡No es posible!'. Si la acusa la lapidan. Él no quiere eso, aunque no entiende. Sabe que María es incapaz de infidelidad". "En estos momentos feos –indicó–, estos elegidos de Dios, para hacer la historia deben tomar el problema sobre sus espaldas, sin entender". Así "el Señor hace la historia".
"Así hace José, el hombre que en el peor momento de su vida, en el momento más oscuro, toma sobre sí el problema. Se acusa a sí mismo ante los ojos de los demás, para encubrir a su esposa. Quizá algún psicoanalista dirá que este sueño es un condensado de su angustia, que busca una salida... que digan lo que quieran. Pero ¿qué hizo José? Después del sueño, llevó a su esposa consigo. 'No entiendo nada, pero el Señor me ha dicho esto y resultará como hijo mío'".
"Hacer historia con su pueblo significa para Dios caminar y poner a prueba a sus elegidos", afirmó el Papa. Pero al final los salva, "recordemos siempre, con confianza aún en los momentos más feos, aun en los momentos de la enfermedad, cuando nos demos cuenta de que debemos pedir la extrema unción, porque no hay más salida sino la de decir: '¡Señor, la historia no ha comenzado conmigo y no terminará conmigo! Tú sigue adelante, yo estoy a disposición'. Y así ponernos en las manos del Señor ¿Qué nos enseñan pues los elegidos por Dios?".
"Que Dios camina con nosotros, que Dios hace historia, que Dios nos pone a prueba y que Dios nos salva en los momentos más feos, porque es nuestro Padre. Y según Pablo es nuestro Papá. Que el Señor nos haga comprender este misterio de su caminar con su pueblo en la historia, de su poner a prueba a sus elegidos y la grandeza de corazón de sus elegidos, que toman sobre sí los dolores, los problemas, también la apariencia de pecadores para llevar adelante la historia", concluyó el Papa.