El Papa Francisco destacó la caridad evangélica de San Martín de Tours y rezó para que su ejemplo enseñe a ser "más valientes en la fe y generosos en la caridad".

Al finalizar la Audiencia General de este miércoles y también a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es, el Santo Padre recordó que la Iglesia celebra cada 11 de noviembre la memoria de San Martín, Obispo de Tours.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

"Este gran pastor de la Iglesia antigua se distinguió por su caridad evangélica hacia los pobres y marginados", afirmó el Papa.

En esta línea, el Santo Padre alentó para que el ejemplo de San Martín de Tours "enseñe a todos a ser cada vez más valientes en la fe y generosos en la caridad".

 

 

San Martín de Tours es patrono de Francia, Hungría, Buenos Aires (Argentina) y uno de los patronos de la Guardia Suiza Pontificia.

San Martín de Tours nació en Panonia (actual Hungría) alrededor del año 316 en una familia pagana.

Su padre fue militar y él, siguiendo la tradición, ingresó a los 15 años a la guardia imperial romana. Mientras integraba el ejército, se convirtió al cristianismo y fue admitido como catecúmeno.

Alrededor del año 337, encontrándose en Amiens, al norte de Francia, vió a un mendigo recostado junto a la puerta de la ciudad, tiritando de frío. Martín, al verlo en esas condiciones, espada en mano, dividió su capa en dos: una mitad la conservó por respeto a quien se la dio -el Imperio-, mientras que con la otra cubrió el cuerpo helado del mendigo, para que se cobije. Poco después, Martín tendría un sueño en el que se le apareció Cristo, diciéndole a los ángeles: "Martín, siendo todavía catecúmeno, me ha cubierto con este vestido". 

Tras recibir el bautismo y renunciar a la milicia, se unió a los discípulos de San Hilario de Poitiers y adoptó el modo de vida ascético y de oración. 

Construyó un monasterio en Ligugé (Francia) -el primero en construirse en Europa- en el que vivió como monje alrededor de una década, bajo la dirección espiritual de su maestro, Hilario. Este lo prepararía para el diaconado y el sacerdocio. Tras el orden sacerdotal, Martin fue elegido Obispo de Tours.

Como Obispo, Martin se dedicó a la evangelización y a combatir la influencia pagana dentro de la Iglesia, particularmente el gnosticismo.

Además, Martín fundó una comunidad denominada Maius Monasterium (monasterio mayor), también conocida como Marmoutier. Los últimos 25 años de su vida, viajó por las regiones de Turena, Chartres, París, Autun, Sens y Vienne.​ Falleció en Candes (Actual Candes-Saint-Martin) en el año 397.

Tras su muerte, la media capa de San Martín de Tours fue puesta en una urna, construyéndose un santuario pequeño para conservarla, que sirviera al mismo tiempo de lugar de culto. Como en latín "media capa" se dice "capilla", se solía decir: "Vamos a orar donde está la capilla". De esta manera, la palabra "capilla", con su vulgarización, empezó a hacer referencia a los pequeños lugares de oración en general, y así se le incorporó a otras lenguas como el castellano.