La Santa Sede anunció hoy miércoles 6 de mayo que el Papa Francisco autorizó la promulgación del decreto que reconoce las virtudes heroicas de los siervos de Dios Francisco Barrecheguren y Conchita Barrecheguren, padre e hija cuyos restos reposan en el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Granada (España).
El Siervo de Dios Francisco Barrecheguren nació en Lérida (España) el 21 de agosto de 1881. Al quedar huérfano muy pequeño y sin familia en Lleida, sus tíos lo llevaron a Granada, donde vivirá toda su vida.
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Se casó con Concepción García y tuvo una hija, Conchita Barrecheguren García, también en proceso de canonización. En el año 1937 Francisco quedó viudo y en 1945, después de haber donado parte de sus bienes a la Congregación de los "Esclavos de la Eucaristía"; creó el Mecenazgo de las Escuelas "Conchita Barrecheguren", una asociación destinada a la enseñanza de niños pobres.
Posteriormente, en 1946, cuando cumplió 65 años entró como postulante con los Misioneros Redentoristas de Granada.
Hizo su profesión religiosa el 24 de agosto de 1947 en Nava del Rey, en Valladolid. Dos años después, el 25 de julio de 1949, fue ordenado sacerdote en Madrid y regresó a Granada en el verano de 1949, donde vivió sus últimos años principalmente entregado al servicio de los enfermos y ancianos. Falleció el 7 de octubre de 1957.
Por su parte, la Sierva de Dios Conchita Barrecheguren García nació en Granada el 27 de noviembre de 1905.
Desde muy pequeña tuvo una salud muy débil y por eso sus padres decidieron educarla en casa. Sintió la llamada a la vida religiosa y deseaba ser religiosa carmelita, pero no pudo por su enfermedad y murió con 22 años, el 13 de mayo de 1927.