El sábado pasado la joven de 32 años Heather Heyer falleció a causa del atropello masivo cometido por un supremacista blanco; sin embargo, más que alimentar el odio, el padre de Heather, Mark, ha exhortado a detener el odio y "perdonarnos unos a otros", siguiendo el ejemplo de Jesús en la cruz.
"Las personas tienen que dejar de odiar, necesitan perdonarse unos a otros. Me incluyo en perdonar al chico que hizo esto. Él no sabe nada mejor. Solo pienso en lo que el Señor dijo en la cruz. Señor, perdónalos. Ellos no saben lo que hacen", expresó Mark Heyer.
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El 12 de agosto, James Field, un supremacista blanco de 20 años atropelló con un auto a las personas que protestaban contra las manifestaciones racistas en Charlottesville, Virginia (Estados Unidos). La mujer de 32 años fue la única víctima mortal del atentado que dejó al menos 19 heridos.
En declaraciones a un medio local, el padre de Heather afirmó que "mi hija era una mujer fuerte que tenía opiniones apasionadas sobre la igualdad de todos". Indicó que para ella no era algo que solo se predicaba, sino que "era real" y era algo "que quería compartir con todos".
En ese sentido, Mark afirmó que está orgulloso de su hija, pues "tenía más valor que yo". "Si pensaba que algo era lo correcto, se ponía de pie y lo defendía", pero siempre "pacíficamente y con un ardor del corazón que venía con su convicción".
"Espero que todo esto que ha salido no se convierta en algo negativo, sino que llegue un cambio positivo en el corazón de la gente, en su pensamiento, en su comprensión de su vecino. Slo necesitamos perdonarnos unos a otros. Y sólo espero que eso sea lo que salga de todo esto".
Los enfrentamientos en Charlottesville se iniciaron luego que se anunciara el retiro de la estatua del general Robert E. Lee, quien durante la guerra civil de Estados Unidos en el siglo XIX lideró las fuerzas de la Confederación, que luchó para que no se aboliera la esclavitud de los negros.
Cientos de supremacistas blancos salieron a protestar contra esta decisión enarbolando banderas de la Confederación. Esto generó que otro grupo de personas se manifestaran a favor del retiro de la estatua y contra las posiciones neonazis. Sin embargo, ocurrieron enfrentamientos entre ambos bandos.
Ante estos hechos, el Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Cardenal Daniel DiNardo, condenó "el mal del racismo, la supremacía blanca y el neonazismo".
En una declaración emitida el domingo, el Purpurado llamó a rezar por aquellos que se manifiestan pacíficamente contra el odio "marchando en las calles".
Otro de los obispos que se manifestaron fue el Obispo de Richmond, en el estado de Virginia, Mons. Francis X. DiLorenzo, que pidió rezar por la paz y exhortó a ambos bandos a dialogar respetuosamente para hallar "soluciones a sus diferencias".
"El amor de Jesucristo es el arma más poderosa contra el odio. Solo la luz de Cristo puede sofocar las antorchas del odio y la violencia", resaltó el Obispo.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 12 de agosto de 2017