Los Obispos de Nicaragua pidieron a Daniel Ortega, presidente del país, "signos creíbles de voluntad de diálogo y paz", así como poner fin a toda represión a los manifestantes pacíficos.
En una carta, leída el 11 de mayo en conferencia de prensa por el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, los obispos expresaron su "honda preocupación" por los "inesperados y dolorosos" acontecimientos.
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Una serie de manifestaciones, reprimidas violentamente por el gobierno, han dejado más de 60 muertos y decenas de desaparecidos.
Las protestas comenzaron a mediados de abril, luego de una serie de reformas para intentar salvar el déficit del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Entre ellas, se consideraba un aumento en el pago de empleados y empleadores a la entidad estatal, e incluso obligar a que los pensionistas paguen una tasa del 5%.
La reforma fue detenida por el gobierno de Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que anunció un diálogo nacional y convocó a la Iglesia como mediadora.
Sin embargo, las manifestaciones en contra del régimen, que se mantiene en el poder desde 2007, continúan.
En su carta, los obispos nicaragüenses aseguraron que creen "firmemente en el camino del diálogo como medio eficaz que abre a la razón a ampliar sus perspectivas y ayuda a encontrar con sinceridad la solución de los conflictos".
Conferencia Episcopal de Nicaragua envía carta a Presidente de la República pic.twitter.com/5f5APVoF8f
- CEN-Nicaragua (@CENNicaragua) 11 de mayo de 2018
"Por este motivo hemos aceptado la invitación que usted nos hiciera el domingo 22 de abril en nombre del Gobierno de la República que preside, misma que acogimos con nuestra vocación ministerial de ser instrumentos de concordia y paz, en carácter de mediadores y testigos, de un diálogo nacional".
Los obispos señalaron que sería un "gesto positivo de su parte" dar "pasos concretos" a favor del diálogo.
El primero de estos pasos, indicaron, es "permitir en el menor tiempo posible el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, para investigar y aclarar las muertes y desapariciones de nicaragüenses, que desde que se inició esta 'situación', se ha ido agravando en todo el país".
Los obispos también pidieron a Ortega que suprima "los cuerpos paramilitares, fuerzas de choque que intimidan, coaccionan y agreden a los ciudadanos, así como no usar a la Policía Nacional para ningún tipo de acción represiva".
El tercer pedido en la carta al presidente nicaragüense es "detener de inmediato y de modo absoluto todo tipo de represión frente a grupos civiles que protestan pacíficamente y asegurar la integridad física de los estudiantes universitarios, los diversos miembros activos que conformarían la mesa del Diálogo Nacional y de todos y cada uno de los ciudadanos".
Los obispos exhortaron al gobierno a "dar signos creíbles de su voluntad de diálogo y paz, respetando la dignidad y libertad de las personas, así como todos los derechos humanos de los trabajadores y ciudadanos, particularmente los empleados públicos, no obligándoles a asistir a eventos partidarios ni paralizando el transporte nacional para los mismos fines".
"Tenemos una firme esperanza en que la fuerza del amor y de la verdad de Dios pueden cambiar los corazones y la historia. Deseamos de corazón que el diálogo nacional sea realmente eficaz", señalaron.
Los obispos pidieron a Ortega que les remita su respuesta "lo antes posible o antes del mediodía de este próximo lunes 14 de mayo en curso". Así, indicaron, se podrá "dar inicio al Diálogo Nacional en forma inmediata por el bien de los nicaragüenses".
Al finalizar su mensaje, los prelados pidieron para Ortega "la luz del Espíritu Santo y la intercesión de la Virgen María, para que pueda tomar las mejores decisiones por el bien de Nicaragua".