La vocera de los obispos de Francia aclaró que los líderes católicos del país no tienen la intención de desafiar la enseñanza de la Iglesia respecto a la inviolabilidad del secreto de confesión.
"No se puede cambiar el derecho canónico para Francia por ser este internacional. Si un sacerdote viola hoy el secreto de confesión entonces estaría excomulgado", dijo Karine Dalle, directora de comunicaciones de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) a Soléne Tadié, del National Catholic Register el 13 de octubre.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Esto es lo que el Arzobispo Moulins-Beaufort quiso decir la semana pasada luego de la publicación del informe Sauvé, cuando dijo que el secreto de confesión estaba por encima de las leyes de la República", explicó Dalle.
"Él dijo la verdad, pero esta verdad no es escuchada en Francia por aquellos que no son católicos, y no es entendible en Francia en medio de los debates del llamado 'separatismo religioso'", agregó.
Mons. Moulins-Beaufort, presidente de la CEF, fue invitado a una reunión con el ministro del interior, Gérald Darmanin, tras sus comentarios sobre el secreto de confesión el 6 de octubre con France Info, lo que suscitó polémica.
Luego de la reunión del 12 de octubre, diversos medios sugirieron que el arzobispo había aceptado que los sacerdotes informen a la policía si en las confesiones algún penitente se reconocía culpable de abusos.
Las informaciones generaron consternación entre los católicos.
Si bien la ley francesa reconoce desde hace mucho las estrictas reglas de la Iglesia sobre la confidencialidad del sacramento, el gobierno ahora contempla algunas enmiendas para los confesores, como ha hecho con los abogados y otros profesionales seculares.
"Se han introducido algunas condiciones en el secreto profesional que obligan a algunos profesionales, cuando hay un abuso cometido contra un menor de menos de 15 años, a informar a las autoridades competentes al respecto", dijo la vocera de la CEF.
"Si un abogado o un médico sabe de un abuso de un menor de menos de 15 años, tiene la obligación de omitir el secreto profesional. Esto es para prevenir otros delitos porque la criminalidad de la pedofilia es compulsiva", añadió.
"Lo que el ministro Darmanin dijo es que, en el futuro, el secreto de confesión podría entrar en este campo. No tendría que ver con el secreto de todas las confesiones, pero no sé adónde llevaría eso", continuó la vocera.
Dalle advirtió que "si el estado nos dice (que los sacerdotes deben reportar delitos contra menores revelados en confesión) habría una obligación de levantar el secreto de confesión y esto significaría que los sacerdotes involucrados estarían excomulgados por Roma".
"Habría ciertamente algunos ajustes propuestos, que Roma aceptaría o no. Pero no, en ningún caso el Arzobispo Moulins-Beaufort ha dicho que el secreto de confesión será hecho a un lado. Nunca lo dijo".
Mons. Moulins-Beaufort hizo sus declaraciones luego de la publicación sobre abusos en la Iglesia Católica en Francia.
El informe final de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (CIASE) indicó que alrededor de 216 mil menores fueron abusados por sacerdotes, diáconos, monjes o religiosas entre 1950 y 2020.
La comisión, establecida por los obispos franceses en noviembre de 2018, investigó los abusos en la Iglesia durante 30 meses, liderados por Jean-Marc Sauvé.
Entre las 45 recomendaciones del informe hay un pedido para que la Iglesia reconsidere el secreto de confesión en relación a los abusos.
El Vaticano ha defendido firmemente el secreto de confesión en respuesta a distintas leyes en distintas partes del mundo.
En junio de 2019 la Penitenciaría Apostólica publicó una nota en la que se reafirma la inviolabilidad del secreto de confesión.
"Sabemos que si se adoptan estas normas ningún abusador iría a confesarse si saben que serían denunciados si se confiesan de abusar a un menor de menos de 15 años. Eso también es problemático", dijo Dalle.
"Lo mismo es verdad para los niños para los que la confesión es un espacio para hablar. La confesión permite escuchar la palabra del niño y cuando la confesión termina, el sacerdote espera un momento y luego lo busca y le pregunta si puede decir nuevamente lo que dijo, pero esta vez fuera de la confesión".
"Esto es lo que los anticlericales no quieren entender porque no conocen todo este contexto", precisó Dalle.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA.