El Comité Permanente de la Conferencia de Obispos Católicos en Cuba (COCC) criticó algunos aspectos del proyecto del Código de las Familias que deberá ser votado en un referéndum este año, ya que consideran que está "permeado" de ideología de género.
En un comunicado publicado el viernes 25 de febrero, los obispos señalaron que ven "con preocupación" que en temas medulares el "proyecto está permeado por lo que se conoce como 'ideología de género' que, como suele suceder con las ideologías, son construcciones de ideas que quieren implantarse por la fuerza a la realidad y acaban distorsionándola".
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Los obispos afirmaron que una "mirada atenta a la historia demuestra que cuando el hombre rompe las leyes de la naturaleza, el final no es feliz para él".
A fines de diciembre del 2021 la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) de Cuba aprobó el Código de las Familias. Diversas organizaciones, entre ellas, miembros de la Iglesia Católica en Cuba se han pronunciado en contra de su contenido, pues introduciría el "matrimonio" homosexual, la adopción de parejas gay, los vientres de alquiler, la inseminación artificial con donantes de esperma anónimos; y, además, afectaría el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos.
La consulta popular sobre el proyecto de Código de Familias se inició el 1 de febrero y culminará el 30 de abril del 2022. Luego, el Parlamento deberá fijar la fecha para que se vote el proyecto en un referéndum.
En ese contexto, la Iglesia en Cuba señaló que busca hacer su "contribución, respetuosos de todas las personas y respetuosos de la verdad sobre el hombre y de la verdad sobre Dios".
"Nos inspiramos en la Palabra del Señor, pero al mismo tiempo, constatamos que lo que Dios ha comunicado al ser humano coincide con las mejores aportaciones, ya consolidadas, de las ciencias humanas, especialmente la biología, la psicología y la antropología filosófica", dijeron.
Si bien los obispos resaltaron algunos "elementos positivos" del proyecto "como el fortalecimiento de la atención y el cuidado del adulto mayor o de las personas con capacidades diferentes", lamentaron que la "perspectiva de la ideología de género está presente en los artículos del proyecto que redefinen el matrimonio, en aquellos que hablan de la 'gestación solidaria', la 'filiación asistida' y la adopción".
"La misma introducción del nuevo concepto de 'responsabilidad parental' y 'autonomía progresiva del menor', dentro de un contexto ideológico, crea suspicacias y ambigüedades que debilitan el otro concepto que es la 'patria potestad'", criticaron.
Respecto a la introducción del "matrimonio" homosexual a través del proyecto de Código de las Familias, la Conferencia Episcopal recordó que el pueblo cubano "fue muy claro en la discusión previa a la aprobación de la Constitución actual del 2019".
"Es una constatación innegable que la mayoría de los cubanos quiso que se mantuviera la definición de matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, tal y como aparece en el actual Código de Familia de 1975", indicaron, y agregaron que esa "realidad natural es la que debe ser fortalecida y preservada por la ley y nunca debilitada".
Por otra parte, explicaron que en el proyecto se encontraron con "no pocas contradicciones en frases que afirman adecuadamente que se quiere proteger a los niños, y las afirmaciones de otros artículos dentro de los temas arriba mencionados, donde pareciera que los niños son los que menos cuentan".
"Sostenemos que no existe un derecho a tener un hijo por cualquier vía, sin embargo, todo hijo tiene derecho a tener un papá y una mamá. Y en caso de que la vida y lamentables circunstancias lo hayan impedido, la legislación debería procurarlo, no al revés. Un hijo es una persona, no una cosa ni un capricho", resaltaron los prelados cubanos.
Otra crítica, señalaron, es que "en el proyecto hay una exaltación de los elementos subjetivos, porque categorías como afecto, respeto, felicidad y amor son entendidas de innumerables modos en la cultura contemporánea".
Ejemplo de ellos, precisaron, es que "alguien puede justificar su infidelidad matrimonial, por ejemplo, porque también ama o siente afecto por otra u otras personas: lo que hoy se denomina 'poliamor'. O descuidar a sus hijos o padres ancianos, porque se tiene derecho a ser feliz y nada debería interponerse a ello".
La Iglesia en Cuba recordó que "en un mundo donde los sentimientos son tan variables, las vivencias afectivas tan mudables y las personas más frágiles, hacer sustentar algo tan importante como la familia en la subjetividad humana, tampoco favorece el fortalecimiento de la vida familiar".
"Cuando la Iglesia celebra el matrimonio cristiano, los esposos expresan su amor, afecto y respeto diciéndose recíprocamente que se entregarán y serán fieles 'en las alegrías y las penas, en la salud y en la enfermedad todos los días de la vida'. Esa es una manera objetiva, no solo subjetiva, de expresar el amor", explica.
Por tanto, el Episcopado cubano advierte que la "aceptación tácita de la ideología de género en algo tan importante como un código que regula la vida familiar abriría el espacio para que, en otros ámbitos, como por ejemplo, la escuela, se adoctrine a los hijos, sin el consentimiento de los padres, en ideas y posturas que se contraponen a aquellas que los padres, en conciencia, son las que quieren que asimilen sus hijos".
Los obispos creen que quizá para el referéndum previsto, "sería bueno que se sometieran a aprobación popular los artículos o capítulos por separado, y no el conjunto del proyecto como totalidad".
"Eso permitiría resaltar las grandes coincidencias que se encuentran en los aspectos positivos; y probablemente eliminar, matizar y mejorar aquellos que tanta preocupación y perplejidad suscitan en una parte considerable del pueblo", concluyeron los obispos cubanos.