En el Día del Maestro que se celebra en México este domingo 15 de mayo, los obispos del país alentaron a los maestros a ser promotores de esperanza, desarrollo y amistad social.
"Saludamos y felicitamos con mucho aprecio y respeto, a los maestros, uno de los protagonistas principales de la educación formal de nuestro país", indicaron los prelados mexicanos en su mensaje publicado hoy.
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La iniciativa para celebrar el Día del Maestro el 15 de mayo en México surgió en 1917 con un grupo de exmaestros que eran diputados. La primera vez que se celebró fue en 1918.
Los obispos mexicanos agradecieron el gran esfuerzo de los maestros durante el confinamiento por el covid, destacaron el entusiasmo en el retorno a las aulas y lamentaron que muchos han abandonado la educación en estos tiempos.
Los prelados destacaron la urgencia de "responder a la exigencia de la educación socio-emocional de los estudiantes y maestros, con el fin de sanar muchas heridas, así como de disponer y acompañar a los miembros de la comunidad educativa".
Por otro lado, "hay que buscar caminos para responder al desafío de nivelar el conocimiento de los estudiantes, pues es evidente que ahora los grupos muestran más desequilibrios" por "el impacto de los dos años anteriores", resaltaron.
Tras destacar la importancia de la reforma del artículo 3 de la Constitución, que señala que "todo individuo tiene derecho a recibir educación", los obispos expresaron su preocupación por "recientes declaraciones de funcionarios menores" sobre contenidos que no tienen "un sustento científico ni responden al momento educativo que vivimos, así como la desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo, entre otros sucesos".
Los prelados remarcaron, como dice el Papa Francisco, la importancia de "poner a la persona en el centro de la educación" y señalaron que "es tiempo de escuchar a los especialistas, a los padres y madres de familia, a los maestros y directivos, a los estudiantes, a la comunidad en general, a través de los Consejos establecidos por la Ley General de Educación".
"Animamos particularmente a los maestros, a fortalecer su compromiso en bien del objetivo central de la educación, que es el cultivo y formación de cada ser humano al que sirven. Seamos promotores de esperanza, de un desarrollo humano y de amistad social".
Para concluir, los obispos de México hicieron votos para que "Jesucristo, Señor y Maestro, nos ayude a trabajar al servicio de este País, cuidando y promoviendo a cada uno de nuestros niños, adolescentes y jóvenes".