El presidente de la Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Héctor Vargas Bastidas, manifestó que se requiere de una voluntad política real para honrar los compromisos pactados en favor de los pueblos indígenas.
Mons. Vargas hizo este llamado luego de la serie de ataques incendiarios ocurridos en la zona del Biobío, la Araucanía y los Ríos, en el sur del país, hechos violentos "que no compartimos porque nada justifica la violencia".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En algunos de esos ataques se han encontrado panfletos o pancartas con consignas indígenas que piden libertad para los presos mapuches de la cárcel de Angol.
En ese escenario, Mons. Vargas manifestó al Diario Austral que "a lo largo de la historia, la relación con estos pueblos no ha logrado estar a la altura que exige este enorme desafío. Un caminar titubeante fruto quizás de una política de indecisiones, generando una deuda con muchas heridas y dolorosas consecuencias, no sólo para el mundo indígena".
El también Obispo de Temuco expresó que ha habido avances a través de la Ley Indígena, de la "Comisión verdad histórica y nuevo trato con los Pueblos Indígenas" y el pedido de perdón en nombre del Estado a los pueblos en los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
Sin embargo, "hubo pocos avances reales en los temas de fondo, más bien medidas puntuales, provocando desconcierto" porque "a menudo" permanecen "sin mayor efecto las promesas que el Estado les han hecho".
Así, se generan "profundas desconfianzas, ahonda el malestar, la pérdida de respeto y credibilidad que de muchas formas puede invalidar al interlocutor y a cuanto lo represente".
Todo lo anterior "favorece espacios para que grupos busquen soluciones por vías radicalizadas, que no compartimos porque nada justifica la violencia, que a la larga genera más pobreza, exclusión, sufrimiento y nuevas injusticias", explicó Mons. Vargas.
"Pero es claro que los incumplimientos afectan, horadando valores muy importantes. Los pueblos desde hace tiempo anhelan la acogida definitiva de temas que son fundamentales en cuanto reconocimiento, trato y reparación; algunos de ellos prometidos hace años, otros en proyectos de ley que esperan en el Congreso, otros suscritos por Chile en tratados internacionales, etcétera", precisó el Obispo.
El presidente de la Pastoral Indígena expresó que "siempre hay tiempo cuando existe voluntad, diálogo y respeto de las partes por el otro, y en ese escenario nadie debería excluirse de aportar".
"Se requiere avanzar particularmente en una voluntad política real, para definir soluciones y honrar los compromisos, que no se percibe con la claridad que se necesita".
"Lo exige no sólo el bien de los pueblos, sino de la entera sociedad, y la enorme riqueza que significa la identidad de un Chile intercultural. El dato de la fe nos dice que todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre que está en los Cielos", concluyó.
Facilitador del diálogo por la Araucanía
Mons. Héctor Vargas encabezó desde julio de 2016 hasta junio de 2017 la Comisión Asesora Presidencial para la Araucanía, durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
En ese entonces, hubo decenas de ataques incendiarios contra predios agrícolas, maquinarias, iglesias e incluso hubo muerte de personas.
En algunos de los ataques hubo consignas mapuches, firmadas por grupos radicales que tomaron como bandera de lucha los reclamos ancestrales de la etnia referentes a derechos y reconocimientos sobre la tierra y su cultura.
En ese escenario, la comisión para la Araucanía conformada por integrantes del sector público y privado de la zona, generó más de 50 propuestas para fomentar en la zona la participación de los pueblos indígenas, el desarrollo económico y la protección a las víctimas de violencia.
En ese documento también se propuso celebrar cada 24 de junio el Día Nacional de los Pueblos Originarios; oficializar el uso del mapuzungun como lengua de la región y modificar la normativa de tierras y aguas considerando la postura mapuche.