Mons. Eugenio Lira Rugarcía, Obispo de Matamoros (México), en la frontera con Estados Unidos, sobrevoló su diócesis a bordo de una avioneta, impartiendo la bendición con el Santísimo Sacramento, frente a la pandemia de coronavirus COVID-19 que azota el país y el mundo entero.
El vuelo se realizó el 13 de abril, sobre la zona de Valle Hermoso, en el Estado mexicano de Tamaulipas.
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En diálogo con ACI Prensa, el Obispo de Matamoros señaló que la iniciativa de la bendición desde el cielo fue de "los fieles", en particular de la familia dueña de la avioneta con la que sobrevoló la región.
Mons. Lira Rugarcía dijo que "algo que hemos notado es cómo en estos días de contingencia que por el coronavirus debemos observar en resguardo domiciliario, quedarnos en casa para evitar el contagio, la gente ha participado más a través de las redes sociales, en celebraciones de la Santa Misa, adoraciones eucarísticas, momentos de oración, de rezo del Santo Rosario, de la Coronilla, reflexiones de la Palabra de Dios, cursos bíblicos".
"Unos padres me decían que en la Misa de la mañana y de la tarde tenían unas 25, 30 personas habitualmente y ahora se están conectando más de mil personas para participar en cada celebración", indicó.
"Eso deja ver que la gente de veras busca estar unida a Dios a través de las nuevas tecnologías que Dios nos ha permitido desarrollar, como ya decía el Concilio Vaticano II", añadió.
El obispo mexicano destacó que a pesar de las medidas de aislamiento para prevenir la propagación del COVID-19, "hemos continuado siendo una gran familia, la Iglesia, vivimos la realidad de la comunión de los santos".
En estos tiempos, destacó, "la gente descubre que Dios está con nosotros, que nos acompaña, que Él no manda males y que si los permite es para sacer bienes, como decían San Agustín, Santo Tomás de Aquino y lo ha recordado el Papa Francisco".
"Nosotros como hijos suyos también debemos hacer lo mismo, sacar bienes de los males", animó.
El Prelado mexicano animó a los fieles a ser capaces de superar los "roces" que se producen en el hogar debido al aislamiento, "comprendiéndonos, tratándonos bien unos a otros, siendo pacientes, justos, serviciales, perdonando y pidiendo perdón".
"También pensando en las demás personas, podemos incluso virtualmente acompañar a otras personas que se sienten solas, desanimadas", señaló.
Mons. Lira Rugarcía destacó además que en estos tiempos difíciles "toda la labor social y caritativa de la Iglesia ha continuado. La gente nos sigue apoyando para que llevemos despensas a las personas más necesitadas, se siguen sosteniendo obras como comedores para gente necesitada, orfanatos, asilos, casas de indigentes, casas hogar que tenemos, así como las dos casas de migrantes".
"Hemos podido seguir adelante gracias al apoyo de la gente. Incluso los voluntarios que con todas las medidas de protección sanitaria necesarias siguen apoyándonos para que podamos brindar un servicio que es en algunos casos las 24 horas", indicó.