Un obispo de Inglaterra criticó al Gobierno por promover que se realicen abortos en casa durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus COVID-19.
El 21 de mayo, en una Misa dirigida a quienes trabajan en primera línea para contener la pandemia, el Obispo de Shrewsbury, Mons. Mark Davies, sugirió que el país tendría que enfrentar "necesarios replanteamientos" a raíz de la crisis.
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"En los días venideros tenemos algunos replanteamientos necesarios para preguntarnos cómo valoramos a los miembros más frágiles de la sociedad, a los ancianos que dependen de nuestro cuidado o a los no nacidos, cuyas vidas y el bienestar de sus propias madres, fueron atacados por una medida siniestra del Departamento de Salud para promover el aborto 'autoinducido' en los primeros días de la crisis", criticó el Prelado.
"La vida humana se valora realmente solo en la medida en que se valora toda vida humana", resaltó.
En marzo, el Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido anunció que las leyes de aborto del país estaban cambiando para permitir que las mujeres de hasta 10 semanas de embarazo completen un aborto con medicamentos desde casa, después de una consulta telefónica o en línea con un médico.
El cambio se aplicó en todo el país, pero solo tuvo efecto práctico en Inglaterra, ya que la administración domiciliaria de abortos ya está permitida por la ley escocesa y galesa.
Mons. Davies habló sobre esta situación desde la Catedral de Shrewsbury en la última de una serie de Misas de jueves por la tarde para trabajadores de salud y asistencia social celebradas por los obispos. Las Misas terminan poco antes de los "Clap for our Careers" semanal, momento en que personas en todo el Reino Unido se paran afuera de sus hogares para aplaudir a quienes ayudan a los pacientes con coronavirus.
En su homilía, Mons. Davies dijo que el enfoque moderno de la atención médica se remonta a la evangelización de Inglaterra.
"La visión de la salud de nuestra nación no comenzó por una iniciativa del estado, sino por este imperativo de amar y servir a los más necesitados. En sus formas modernas, nuestras profesiones médicas y de enfermería se inspirarían en esa caridad sin límites", dijo.
"Hoy podemos ver quizás más claramente que nunca cómo la dedicación de nuestros médicos, enfermeras y trabajadores sociales, y el trabajo de tantos trabajadores clave, en los servicios de emergencia y en el trabajo a menudo oculto de los trabajadores de limpieza, tiendas y transporte, e innumerables voluntarios, han demostrado este mismo deseo de servir", acotó.
El Prelado alentó a los católicos a orar por los líderes que enfrentan "decisiones sin precedentes" en medio de la pandemia, porque la ciencia por sí sola "nunca puede servir como una guía suficiente para la vida y las elecciones de la sociedad humana".
"Necesitamos algo más grande, esa visión moral del valor y la dignidad de la persona humana que ayudó a formar esta nación desde sus comienzos. Si alguna vez perdemos de vista esta visión, lo hacemos bajo nuestro riesgo", dijo.
Los obispos continuarán celebrando las Misas los días jueves para los trabajadores de primera línea durante junio y julio.
El Reino Unido, que tiene una población de casi 67 millones, tiene el segundo mayor número de muertes registradas por COVID-19 en el mundo después de los Estados Unidos. Según el Centro de Recursos de Coronavirus Johns Hopkins, más de 36.000 personas murieron en el Reino Unido debido a la enfermedad al 22 de mayo.