El Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, ha destacado el ejemplo de cooperación entre lo civil y lo religioso que supone la puesta en escena de la obra teatral católica el Misterio de Elche frente a los postulados laicistas que defienden la absoluta separación de esos ámbitos.
"La concepción laicista que sostiene como punto esencial la separación absoluta entre el ámbito civil y el religioso, choca de bruces con la realidad de la celebración de un auto sacramental en el que toman parte instituciones de diversa índole, integrando así nuestra sociedad de forma efectiva", señala el Prelado en una carta pública.
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Mons. Munilla ensalza en la misiva la integración social que se percibe en la preparación, organización y puesta en marcha del auto sacramental que se escenifica cada 14 y 15 de agosto en el interior de la Basílica de Santa María en la ciudad de Elche.
El Obispo, que confiesa que se enfrenta con "expectación" a la primera vez que asiste a la representación tras su llegada a la diócesis hace unos meses, afirma que el Misterio "cuida de nosotros", de diversos modos.
En primer lugar, "por la ilusión y el entusiasmo con que sus seguidores lo viven y comunican" que denota que este auto cuida de ellos, como se refleja en la integración cívico religiosa.
Y, en segundo lugar, porque la recreación de la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen, "ilumina y alimenta nuestra esperanza cristiana".
Respecto del término "misterio", Mons. Munilla recuerda la reflexión del teólogo australiano Francis Joseph Sheed: "Un misterio no es una verdad de la que no podamos saber nada, sino una verdad de la que no podemos saber todo".
En este sentido, el Prelado concluye que "para disfrutar con pleno sentido de nuestro auto sacramental, es importante que conozcamos en profundidad el dogma de la Asunción de María a los Cielos".
El número 966 del Catecismo de la Iglesia Católica recoge que la Virgen María fue "preservada inmune de de toda mancha de pecado original" y que, terminado su curso en la tierra "fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo".
De esta manera, continúa el Catecismo, la Madre de Dios queda "conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte".
"La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos", concluye el texto magisterial.
Patrimonio de la Humanidad
El origen del Misterio de Elche se establece en torno a la segunda mitad del siglo XV, aunque algunas tradiciones lo remontan a mediados del siglo XIII, cuando los cristianos liberaron la ciudad alicantina del poder musulmán.
Los personajes son representados por varones, tal y como se realizaba en su origen. Aún hoy se mantiene esta tradición para preservar su valor histórico artístico. De hecho, es reconocido como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad en 2001.