Han muerto como los primeros mártires de la Iglesia, pronunciando el nombre de Jesús, afirmó el Obispo copto católico de Guiza (Egipto), Mons. Anba Antonios Aziz Mina, al referirse a los 21 cristianos decapitados por el Estado Islámico (ISIS) en Libia.

 

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En declaraciones a la agencia vaticana Fides, el Prelado de 60 años señaló que "el vídeo que muestra su ejecución ha sido montado como una escalofriante puesta en escena cinematográfica con la intención de sembrar el terror. Sin embargo, en ese producto diabólico de horror sangriento, se puede ver que algunos de los mártires, en el momento de su bárbara ejecución, repiten: 'Señor Jesucristo'".

 

"El nombre de Jesús ha sido la última palabra surgida de los labios de los mártires. Al igual que en la Pasión de los primeros mártires, se han confiado en las manos de Aquél que poco después los iba a recibir. Y así han celebrado su victoria, la victoria que ningún asesino les podrá arrebatar. Ese nombre susurrado en el último momento es como el sello de su martirio", afirmó Mons. Azis.

Los cristianos coptos egipcios habían sido secuestrados entre diciembre y enero en Libia, y en el video de cinco minutos de duración titulado "Un mensaje firmado con sangre a la nación de la cruz", aparecen vestidos de color naranja y rezan antes de morir.

Además, uno de los asesinos afirma en inglés: "pueblo, recientemente nos vieron en la colinas de Sham y la tierra de Dabiq, cortando cabezas que han cargado con la cruz durante mucho tiempo, llenos de pesar contra el islam y los musulmanes. Hoy estamos al sur de Roma, en la tierra del islam, en Libia, enviando otro mensaje".

El gobierno de Egipto ha declarado siete días de luto nacional, mientras que en varias diócesis, los fieles llevan a cabo ayunos y vigilias de oración por los fallecidos.

El presidente del país, Abdel Fattah al-Sisi, ha aprobado la construcción de una iglesia en la ciudad de Minya, la región de la que provenían la mayoría de las víctimas, mientras que numerosos ya han lanzado la propuesta de dedicar el templo a los 21 cristianos.

Por su parte, el Papa Francisco llamó el 16 de febrero por la tarde al Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, Tawadros II, para expresar su profundo dolor por el brutal asesinato y demostrar su cercanía en el sufrimiento con la Iglesia Copta.

El Papa además aseguró su oración durante la celebración de los funerales de las víctimas, uniéndose espiritualmente a las oraciones y el dolor de los cristianos en la celebración de la Eucaristía.