"¡Debo permanecer! ¿Cómo dejo a los cristianos solos?”, fueron las palabras de Mons. Giovanni Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli (Libia), ante la amenaza de que el Estado Islámico (ISIS) tome el control del país y siga decapitando cristianos, tal como hizo este fin de semana con 21 egipcios coptos.
Este domingo la filial en Libia del Estado Islámico difundió un video titulado “Un mensaje firmado con sangre a la nación de la cruz”, en el que muestra el asesinato de 21 egipcios. “Recientemente nos vieron en la colinas de Sham y la tierra de Dabiq, cortando cabezas que han cargado con la cruz durante mucho tiempo, llenos de pesar contra el islam y los musulmanes. Hoy estamos al sur de Roma, en la tierra del islam, en Libia enviando otro mensaje”, expresan los fundamentalistas.
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Ante esto, Italia evacuó a sus ciudadanos de Libia y anunció que pretende enviar cinco mil soldados para que combatan a los yihadistas y ha llamado a otros países a sumarse a una coalición internacional, entre ellos España.
"El riesgo es inminente y no se puede esperar más. Italia necesita defenderse y no tener el Califato delante", declaró a la prensa la ministra de Defensa italiana, Roberta Pinotti. Por su parte, Egipto ha lanzado hasta el momento dos ataques aéreos contra posiciones del Estado Islámico.
En declaraciones a Radio Vaticana, Mons. Martinelli dijo que “podemos irnos, es cierto. Probablemente de un momento a otro nos toman (los yihadistas) y nos dicen: ‘tú estás contra el islam’…y fin. Estamos en una situación de ambigüedad. Esto es por falta de diálogo: ha faltado el diálogo por tanto tiempo, ahora se necesita recuperar el tiempo”.
El Prelado relató que los cristianos en Libia -entre ellos un grupo de filipinos- tienen un poco de temor. Sin embargo, estamos aquí para testimoniar “aquello que Jesús nos pide hacer”. Sobre sí mismo, indicó que no sabe si tiene miedo, “no lo creo. Si no fuese por la fe, no estaríamos aquí”.
Mons. Martinelli advirtió que no solo están sufriendo los cristianos, sino también “los mismos libios que nos aman, que quieren nuestro bien, que hacen de todo para poder retornar a una relación más normal”.
Por ello, exhortó a la comunidad internacional a ser capaz de “lanzar un diálogo con este país que está dividido”. “Buscar ser instrumentos de unidad” y no solo ver por los intereses particulares, pidió.
El Prelado franciscano señaló que los fundamentalistas se financian con los pozos petroleros que han capturado en Libia y el Golfo Pérsico.