Un prelado chino ha sido instalado el martes como Obispo de Shanghái (China), en un nombramiento que no habría tenido la aprobación del Vaticano.
De acuerdo a un informe de Asia News, Mons. Joseph Shen Bin, Obispo de Haimen, fue designado como nuevo Obispo de Shanghái por el Consejo de Obispos Chinos, conferencia episcopal controlada por el régimen comunista.
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Mons. Shen Bin preside el Consejo de Obispos Chinos, según indicó Asia News.
El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, señaló hoy martes que "la Santa Sede había sido informada hace unos días de la decisión de las autoridades chinas" de trasladar a Mons. Shen Bin de Haimen a Shanghái, "y se enteró por los medios de comunicación de la instalación esta mañana".
Bruni indicó asimismo que no tenía nada que agregar a la evaluación de la Santa Sede sobre la transferencia del obispo por el momento.
El informe de Asia News precisa que la instalación de Mons. Shen Bin como Obispo de Shanghai se ha dado sin la aprobación de la Santa Sede y, por lo tanto, en violación del acuerdo entre el Vaticano y China sobre el nombramiento de obispos.
Mons. Shen Bin había sido Obispo de Haimen desde 2010, un nombramiento que fue aprobado por el Vaticano.
Asia News detalló igualmente que la Diócesis de Shanghai no ha tenido un obispo católico en 10 años.
En marzo, el Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, manifestó a EWTN News que el acuerdo entre el Vaticano y China "no era el mejor acuerdo posible" y que se están llevando a cabo negociaciones para que "funcione mejor".
Mons. Gallagher expresó que los diplomáticos de la Santa Sede están "negociando mejoras" al acuerdo provisional de la Santa Sede con Beijing sobre el nombramiento de obispos, firmado por primera vez en 2018.
Xi Jinping, presidente de la República Popular China desde 2013, asumió un tercer mandato el mes pasado en una sesión parlamentaria de la Asamblea Popular Nacional, que votó unánimemente por él en una elección en la que no había otro candidato.
La Asamblea Popular Nacional en 2018 eliminó los límites de mandato para la presidencia, otorgando a Xi la posibilidad de gobernar de por vida, seis meses antes de que la Santa Sede firmara por primera vez su acuerdo con Beijing.
Bajo el liderazgo de Xi, el respeto por los derechos humanos y la libertad religiosa en China se ha deteriorado. El gobernante ha sido objeto de una creciente condena internacional por la brutal persecución de los musulmanes uigures por parte de su régimen en la región noroccidental de Xinjiang, y los funcionarios estatales en diferentes regiones del país han retirado cruces y demolido iglesias.
En noviembre de 2022, el Vaticano señaló que las autoridades chinas habían violado los términos estipulados en su acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos.
Un comunicado emitido el 26 de noviembre indicaba que "la Santa Sede notó con sorpresa y pesar" que Mons. John Peng Weizhao había sido instalado como "obispo auxiliar de Jiangxi", una diócesis que no es reconocida por el Vaticano.
En la entrevista de marzo con EWTN News, Mons. Gallagher confirmó que "hay negociaciones en curso para el nombramiento de otros obispos".
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.