El Obispo de Gallup en Nuevo México (Estados Unidos), Mons. James Wall, afirmó que el mensaje de la encíclica Humanae vitae del Papa Pablo VI, que será declarado santo el domingo 14 de octubre, es una "guía" y una "buena noticia" para reconstruir la familia y la sociedad.
En una conferencia el 3 de octubre en la Diócesis de Lincoln sobre el legado del Papa Pablo VI, el Prelado dijo que la encíclica es una "guía" para un matrimonio feliz y que, al haber sido ignorada por muchos, ha llevado a la ruptura de muchas familias en las últimas décadas.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Además, explicó, "cuando hablamos de la vida humana, quiere decir que el texto está dirigido a todos". "Una sociedad donde la mentalidad anticonceptiva es la norma, lo sabemos, no es una sociedad basada en el amor. Y sabemos que eso hará que claudique sobre sí misma porque así se convierte en una sociedad egoísta", resaltó.
La encíclica Humanae vitae fue publicada por Pablo VI el 25 de julio de 1968. El texto constituye una respuesta a los cambios culturales de Occidente en la década de 1960 y, en particular, a la liberalización de las costumbres sexuales. El documento presenta de forma consistente la ética de la Iglesia sobre la vida humana y la sexualidad; y permite defender la postura católica contra el uso de los anticonceptivos.
En su ponencia, Mons. Wall explicó que muchos signos de la actual debacle cultural fueron alertados por el Papa Pablo VI, como la convivencia de parejas sin casarse, el divorcio, la infidelidad, y el daño causado a las relaciones entre hombres y mujeres en los últimos 50 años.
En este tiempo, dijo, a los hombres se les dado la licencia de usar a las mujeres para "alimentar su placer egoísta" en relaciones personales y en la cultura popular, especialmente en la industria multimillonaria de la pornografía.
"Esto lo hemos visto una y otra vez. Si miro a la otra, que ha sido creada a imagen y semejanza de Dios, y si la miro y la veo puramente como un objeto, entonces voy a usarla para mis propios fines y razones egoístas", dijo el Obispo.
El Prelado subrayó que la Humanae vitae fue la primera "buena noticia" y el "remedio para ayudarnos a revertir la cultura de muerte". "Aquí es realmente donde vemos la sabiduría profética de Pablo VI", agregó.
"Cuando una pareja usa anticonceptivos, ya no hablamos solo de la esposa y el esposo, sino también de la empresa farmacéutica, y cuando esta se incluye, lo que hacemos es sacar a Dios", lamentó.
Mons. Wall relató que, cuando preparaba a los novios para el sacramento del matrimonio mientras era vicario parroquial, veía que las parejas no querían rezar juntos; así que les enseñaba a rezar al uno por las intenciones del otro. Esto, dijo, ayuda a desarrollar "las personalidades espirituales" del esposo y la esposa, y hacer que la oración sea parte integral del matrimonio.
"La mejor forma de que un esposo y una esposa puedan amar a sus hijos es amándose el uno al otro. Las parejas que son fieles a la enseñanza de la Iglesia y que son fieles a su propia vocación, derraman eso sobre sus hijos y los hijos pueden luego entender y discernir mejor su propia vocación", señaló el Obispo de Gallup.
El Obispo recordó que la Humanae vitae fue escrita luego que el Papa Pablo VI estableciera una comisión que analizara la postura de la Iglesia sobre la píldora anticonceptiva; y que algunas filtraciones a la prensa generaron ciertas expectativas de cambio.
El Prelado explicó que cuando la encíclica se publicó, muchos se decepcionaron por su contenido, especialmente aquellos que querían que la Iglesia se adaptara a la moral de la época, pero no era posible otra solución ya que admitir la píldora habría sido llevar a la Iglesia al error.
El Obispo recordó también que la autoridad que Cristo dio a los Papas protege a la Iglesia del error en cuestiones de fe y moral. "No es la Iglesia de San Pedro, ni de los Apóstoles. No es tu Iglesia, ni mi Iglesia; sino que es Jesús quien dice que esta es mi Iglesia", destacó.
"Así que no importa que tan oscuras o difíciles se pongan las cosas, queremos estar seguros de que permanezcamos en la Barca de San Pedro, que estemos en la Iglesia que Jesucristo fundó", concluyó el Obispo de Gallup.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA