Un nuevo video grabado en forma encubierta a una ex directiva de Planned Parenthood revela que, si bien por ley la multinacional del aborto debe transportar a un hospital a un bebé que nace vivo tras un intento de aborto, "necesitas prestar atención a quién está en la sala" para decidir si hacerlo o no.
El reportaje, grabado y difundido por el Center for Medical Progress (CMP, Centro para el Progreso Médico), presenta a la Dra. DeShawn Taylor, ex Directora Médica de la filial de Planned Parenthood en el estado de Arizona (Estados Unidos), que por mucho tiempo realizó abortos en Planned Parenthood de Los Ángeles.
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En el video, Taylor confirmó que realiza abortos electivos a fetos saludables hasta las 24 semanas. Consultada sobre si obtiene órganos fetales intactos, señaló que "no se trata de cómo me siento sacándolos intactos, sino que me debo preocupar por mi personal y los sentimientos de las personas sobre que salga pareciendo un bebé".
Para el CMP, el video revela un "posible encubrimiento de infanticidio".
Desde mediados de 2015, el Center for Medical Progress ha publicado más de una decena de videos, que han motivado investigaciones y denuncias a Planned Parenthood por presunto tráfico de órganos y tejidos de bebés abortados en sus instalaciones.
Estas denuncias se suman a las realizadas por la organización Live Action, de supuesto encubrimiento de violaciones sexuales a menores de edad.
En el video, Taylor señaló que "tenemos a gente que hace nuestro papeleo para los certificados de muerte fetal, que nos envía correos llamándolos 'bebés'. Bebé esto, bebé el otro bebé y así y así, y yo me siento como, ¡eso es espeluznante!".
Taylor reconoció en el video que fue entrenada por la Dra. Deborah Nucatola, ex Directora Principal de Servicios Médicos de Planned Parenthood Federation of America, la primera en protagonizar los videos del Center for Medical Progress.
En ese reportaje, difundido a mediados de julio de 2015, Nucatola aseguró que en Planned Parenthood "nos hemos vuelto muy buenos en sacar corazón, pulmón, hígado, porque sabemos eso, así que no voy a aplastar esa parte, voy básicamente a aplastar más abajo, voy a aplastar más encima, y voy a ver si puedo tenerlo todo intacto".
Tras el escándalo, Nucatola fue reasignada como Directora Médica de Planned Parenthood Federation of America en Hawaii.
DeShawn Taylor reconoció que "en Arizona, si el feto sale con algún signo de vida, se supone que debemos transportarlo al hospital", pero consultada si hay algún procedimiento estándar para verificar señales de vida en el bebé, dijo que "bien, la cosa es, me refiero a que lo clave es, necesitas prestar atención a quién está en la sala, ¿correcto?".
Taylor admitió también que el químico feticida digoxina no puede ser usado en un aborto en el que las partes del cuerpo serán extraídas.
"Mis bíceps aprecian cuando la dig(oxina) funciona" para matar el feto antes del procedimiento, dijo
Cuando estaba en otra clínica como entrenamiento, recordó, debido a la fuerza que tenía que hacer con los fórceps cuando realizaba el desmembramiento de un bebé, pensaba: "oh, tengo que ir al gimnasio para esto".
Para David Daleiden, a la cabeza de la investigación del CMP, "esta grabación muestra a una antigua doctora abortista de Planned Parenthood dispuesta a vender partes de un bebé para obtener ganancias, usar métodos criminales de aborto para obtener más partes intactas del cuerpo e incluso encubrir el infanticidio".
"Esta doctora fue entrenada por la Directora Principal de Servicios Médicos, y alentada por ella a participar en el mercado de parte de cuerpos de fetos", señaló.
"Esta grabación es solo una vista previa de las admisiones condenatorias e incriminatorias de líderes de Planned Parenthood en nuestras nuevas cintas inéditas, que están siendo censuradas por una orden de mordaza de un juez federal en San Francisco".
Daleiden demandó a las autoridades estadounidenses a "dejar de obligar a los contribuyentes a subsidiar el negocio criminal de aborto de Planned Parenthood, y el Departamento de Justicia debe abrir inmediatamente una investigación completa y procesar a Planned Parenthood con todo el peso de la ley".
En Estados Unidos, la venta o compra de tejido fetal es un crimen federal, que puede castigarse con hasta 10 años de cárcel o una multa de hasta medio millón de dólares.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 5 de enero de 2017