El P. Elías Neira, sacerdote agustino de la parroquia Nuestra Señora del Consuelo, en Lima (Perú), ofreció algunas claves para perseverar en la oración y relación con Dios.
El P. Neira dijo que Cristo narró la parábola del rey injusto que atendió a la viuda insistente, para enseñarnos a "orar sin descanso"; y explicó que la oración es una "comunicación íntima de amor entre Dios y nosotros", donde lo importante es "perseverar en el amor de Jesús".
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El sacerdote afirmó que "la perseverancia es la habilidad socioemocional más importante", pues ayuda a construir un emprendimiento, la relación de pareja, familia y "también con Dios".
Lamentó que hoy parecemos un "hámster encima de la rueda" que corre sin dirección para ser productivos y advirtió que "estamos perdiendo la vida sin saber mucho a dónde vamos".
Sin embargo, el sacerdote aseguró que "Dios no te hace menos productivo", pues la oración fortalece el espíritu, modifica el cerebro y mejora la inteligencia emocional y la toma de decisiones importantes.
"La oración te puede cambiar la vida […] Así que agárrate fuerte al Señor y deja que Él te transforme el cerebro y el corazón", animó, y ofreció estas 7 claves para perseverar en la oración:
1. Haz de tu vida una oración
A los que dicen que no tienen tiempo para rezar, el P. Neira les recordó que "Dios no es un problema de tiempo", sino "un problema de corazón".
El P. Neira recordó que se puede alcanzar la santidad al hacer con amor las "cosas ordinarias" de la vida cotidiana, como caminar, ducharse o conducir el auto.
"Dios no te pide tu tiempo, Dios quiere que hagas las cosas que siempre tienes que hacer, […] con un amor extraordinario, como dice la Madre Teresa de Calcuta", dijo.
2. Menos palabras y más amor
El sacerdote dijo que a veces en oración "nos llenamos de palabras" innecesarias cuando "Dios nos conoce profundamente", y explicó que rezar consiste en amar a Dios.
"San Agustín nos dice que la oración es el deseo ininterrumpido de Dios", recordó y enseñó que la mejor oración es desear a Dios con todo el corazón, así como se desea respirar.
"Si tú deseas a Dios con todo el corazón, así sean tres segundos, tu oración valdrá muchísimo, porque has estado en comunicación íntima con Dios y ese instante sabe eternidad", dijo.
3. Donde está tu mente, está tu corazón
El P. Neira dijo que "el problema de la oración" es que el ser humano "perdió la capacidad" de "entusiasmar el corazón" y asombrarse "con las cosas sencillas de la vida".
"Nuestro corazón está embotado por tanta dopamina", al recibir estímulos de las redes sociales como TikTok o Instagram, que "ya no deseamos nada", dijo. Esta hormona, explicó, nos hace buscar "adictivamente cosas que nos exalten más", pero "no podemos más".
Para que nuestro corazón recupere el deseo de Dios, dijo, es necesario empezar por evaluar dónde están nuestros pensamientos. "Dónde está tu mente, está tu corazón ¿En qué preocupaciones y angustias está tu corazón hoy?", cuestionó.
4. Dios no es bombero, ni comerciante
El sacerdote señaló que a veces "creemos que Dios es un bombero" y rezamos cuando "tenemos un incendio en nuestra vida", o "solamente en octubre al Señor de los Milagros".
Recordó que si bien Dios te escucha cuando tienes un problema, "porque te ama hasta el extremo", en realidad, "quiere estar constantemente en tu vida". También, dijo que oramos como pidiendo cosas por Amazon, pero "Dios tampoco quiere ser un comerciante".
Si bien creemos que al hacer el bien ganaremos "puntos bonus" y Dios nos pagará con favores o "milagros", en realidad, "Dios hace llover sobre buenos y malos", dijo y recordó que "muchas veces Dios se demora en darnos algo, porque sabe lo que más te conviene".
5. Confía en Dios, sé humilde y sincero
El sacerdote dijo que para rezar debemos tener tres cosas. Lo primero es tener "fe y confianza de que Dios está contigo" y que si bien, "no siempre te hará caso, te va a escuchar", señaló.
"No vivas preocupado por el futuro, ni angustiado por el pasado", sino "vive aquí ahora en el presente. Eso es disfrutar la oración", recomendó.
"Lo segundo es tener humildad" y decirle a Dios: "Mira cómo soy, ayúdame", y lo tercero es ser sinceros, señaló. "Qué le vas a engañar a Dios si Él te conoce en el peor de tus días e igual te ha amado", agregó.
6. Rezar no siempre te hace sentir bien
El P. Neira explicó que hacer oración "no se trata de sentirte bien", pues Dios "a veces te dará paz", pero también "te encargará misiones" que parecen imposibles.
"No confundas paz con tranquilidad" o ausencia de problemas, subrayó. "A veces yo rezo y salgo incómodo, porque siento que Dios me dice al corazón" que perdone a alguien o ayude a una persona, recordó.
7. Apóyate de recursos que te ayuden a rezar
El P. Neira dijo que "a cada uno Dios le habla al corazón en su forma y lenguaje" y animó a los fieles a encontrar su "tipo de oración" y usar recursos durante su meditación diaria.
Dijo que a algunos les puede ayudar meditar los misterios del Rosario, a otros leer la Biblia, escuchar un podcast o una canción católica, escribir una carta, o repetir una jaculatoria o frase sencilla como: "Dios mío, en Ti confío".
"De repente es darle gracias a Dios en cada momento", como al despertar, conversar con una amiga o comer, dijo.
"Así poco a poco toda tu vida se vuelve gratitud" y comienzas a tener más "paciencia", pues "te rebasas de amor de ver cuánto Dios te ama", concluyó.