Mientras la situación de violencia empeora en Yemen, el 2 de septiembre el Vicario Apostólico de Arabia del Sur, Mons. Paul Hinder, pidió oraciones por los sacerdotes, por las Misioneras de la Caridad y por el sacerdote secuestrado Tom Uzhunnalil, cuya situación actual es incierta.

"No sé cómo podemos seguir en la situación actual", dijo visiblemente conmovido Mons. Hinder. "Y recen por el P. Tom. Si está muerto o no, no lo sabemos".

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Desde 2015, dos facciones rivales luchan por el poder en Yemen. En medio de los enfrentamientos, los grupos terroristas musulmanes Al Qaeda y el Estado Islámico han realizado ataques contra diversos poblados.

Se estima que 6.000 personas han muerto debido a los enfrentamientos, según Naciones Unidas.

El 4 de marzo, un grupo de terroristas islámicos asaltó el albergue para ancianos y personas con discapacidad que administran las Misioneras de la Caridad en Aden (Yemen), asesinaron a cuatro de las religiosas y otras doce personas y secuestraron al P. Tom Uzhunnalil.

El Vicario Apostólico de Arabia del Sur habló brevemente el 2 de septiembre al finalizar un simposio sobre la Madre Teresa, fundadora de las Misioneras de la Caridad, canonizada dos días después por el Papa Francisco. El evento fue organizado por Asia News en Roma.

"Sufro debido a la situación que ha surgido en Yemen, donde 7 millones de personas mueren de hambre; no hay seguridad para nadie, no es un asunto de ser cristianos o musulmanes", dijo. "La inseguridad es general en todo el país, causada por la guerra civil".

Algunos reportes de inicios de 2016 señalaban que la liberación del P. Tom podría realizarse pronto. Sin embargo, Mons. Hinder precisó que se desconoce la situación actual del sacerdote.

El Vicario Apostólico de Arabia del Sur destacó la valentía de la Misionera de la Caridad, y recordó que "algunos días después de que las hermanas fueron asesinadas, el 4 de marzo, me reuní con la única sobreviviente. Lo primero que me dijo es: 'quiero regresar, tan pronto como sea posible y tan pronto como tenga permiso".

Mons. Hinder pidió oraciones para que sacerdotes y otros puedan unirse a las religiosas en su trabajo en la zona, a pesar de las dificultades de visas y otros trámites debido a la guerra civil. "La misión en el estado de guerra, a pesar de la dificultad, debe continuar", dijo.

"El P. Tom fue secuestrado. Él había regresado a Yemen pidiendo permiso al provincial y a mí. Yo le dije: 'si quieres, te ayudaré a entrar a mi país'. Ciertamente hoy es algo doloroso de pensar", dijo.

Sin embargo, señaló, "aún estoy convencido de que fue lo correcto. En la guerra nunca puedes predecir qué sucede".

Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.

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