Las hermanas trapenses de Nicaragua, cuya Orden llegó desde Argentina en 2001, anunciaron que han dejado el país centroamericano tras 22 años de trabajo y servicio.
En una publicación en su página de Facebook, las monjas explican: "Nosotras, las hermanas trapenses de Nicaragua, hemos dejado voluntariamente el país".
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Las religiosas señalan como razones para tomar esta decisión, "motivos de la Orden", la "falta de vocaciones" y la "ancianidad de varias hermanas", entre otras.
"Seguiremos siempre unidos en la oración, en la amistad y el cariño que el Señor nos ha regalado durante estos 22 años", agregaron, al tiempo que informaron que su "nuevo destino es Panamá".
Las primeras hermanas trapenses llegaron a Nicaragua en enero de 2001, procedentes de la localidad argentina de Hinojo, para fundar el monasterio Santa María de la Paz en el departamento de Chontales.
En los últimos días, las monjas entregaron el monasterio a la Diócesis de Juigalpa, la cual aún no se ha pronunciado al respecto.
Si bien en su comunicado las religiosas no han hablado sobre su situación migratoria en Nicaragua, la Dirección General de Migración y Extranjería ha citado en las últimas dos semanas a religiosos y misioneros extranjeros.
De acuerdo al medio nicaragüense 100% Noticias, a estas personas se les estaría exigiendo nuevos requisitos para permanecer en el país.
La salida de las monjas trapenses se conoce luego que la dictadura de Daniel Ortega, en un nuevo ataque contra la Iglesia Católica en Nicaragua, prohibiera los Vía Crucis en las calles del país.