El ex candidato presidencial de Nicaragua, Félix Maradiaga, señaló que es una "grave violación a los derechos humanos fundamentales" que la dictadura de su país haya confiscado sus bienes y los de los otros 221 presos políticos deportados en febrero.
"Este robo es otra grave violación a los derechos humanos fundamentales, ya que la propiedad privada es un derecho constitucional y una garantía jurídica básica consignada en múltiples convenios internacionales suscritos por Nicaragua", indicó en un mensaje compartido con ACI Prensa.
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"Es una acción gravísima contra los 222 presos políticos, que se suma a la que había sido tomada previamente contra otras 94 personas en otra lista, incluyendo a mi esposa Berta Valle", agregó.
El viernes 9 de junio, la Sala Penal 1 del Tribunal de Apelaciones, con sede en Managua, anunció la" inmovilización y el decomiso" de "todos los bienes inmuebles" y el decomiso de "todas las acciones o sociedades mercantiles" de los 222 opositores políticos excarcelados y deportados a Estados Unidos el 9 de febrero de 2023.
El fallo, con fecha del 19 de mayo, recuerda que los ex presos fueron declarados "traidores a la patria", y por ende desterrados del país y despojados de su nacionalidad.
Según Maradiaga, esta última sentencia se suma "a la lista de vejámenes que la dictadura ha cometido contra ese grupo de nicaragüenses, quienes además han sufrido encarcelamiento, torturas, campañas públicas de difamación, separación familiar y violación de sus derechos constitucionales".
Asimismo consideró que "este robo daña irreparablemente todo el estamento jurídico nicaragüense en materia de propiedad privada".
"Con la familia Ortega Murillo en el poder, nadie en Nicaragua está a salvo. No hay ningún nicaragüense que pueda sentir que su vida, libertad, propiedad personal, integridad física o incluso su derecho a su propia religión estén protegidos. Esa dictadura es una bestia sin límites que lo devora todo", criticó.
El también presidente de la Fundación Libertad recordó que algunos de los deportados, inclusive él, ya habían sufrido la confiscación del dinero de sus cuentas bancarias y de sus bienes en 2018.
"Esta indignación por este nuevo robo de la propiedad privada es la tercera confiscación que mi familia ha experimentado en carne propia", aseguró.
Respecto al perfil de las 222 personas afectadas, señaló que "en su gran mayoría son obreras y trabajadoras, jóvenes, trabajadores del campo, y sólo un pequeño grupo son empresarios".
Para el activista, la dictadura liderada por Daniel Ortega y su vicepresidente Rosario Murillo "tratará de vender la falsa narrativa de la lucha de clases, diseñada por esos regímenes totalitarios para envenenar el corazón de la ciudadanía con resentimientos entre nosotros".
"La verdad es que el atropello contra una persona, sea quien sea, es un atropello contra todos. No sólo nosotros estamos siendo confiscados. La libertad de todo el pueblo de Nicaragua está confiscada", aseguró.
"Esta acción perversa de la dictadura debe ser tomada como un llamado a la unidad inequívoca de todos los nicaragüenses", subrayó el político.
Finalmente, sostuvo que los nicaragüenses "de buena voluntad, que somos la mayoría, no podemos dejar de luchar cívicamente para salvar a la nación de quienes la tienen secuestrada".
"Cuando los nicaragüenses hayamos eliminado por completo cualquier rastro de totalitarismo en Nicaragua, nuestro compromiso es asegurarnos de que aquellos a quienes se les hayan robado sus bienes los recuperen. Además, aquellos que se atrevan a beneficiarse de lo robado deben saber que también enfrentarán las consecuencias por el daño causado a los propietarios legítimos", concluyó.