El P. Antonio Soriano, misionero franciscano español, pide ayuda para sufragar el combustible que le permite surcar las aguas del río Ucayali y evangelizar a los fieles en la selva de Perú.
La gasolina es "imprescindible para los desplazamientos en barca" que debe realizar a fin de "poder llegar a todos los poblados y familias" que tiene encomendados como párroco de San José Obrero, en Jenaro Herrera, dentro del Vicariato de Requena.
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Esta jurisdicción eclesiástica fue erigida por el Papa Pío XII en 1956. Tiene una extensión de 82 mil kilómetros cuadrados y está ubicada en el Departamento de Loreto.
La parroquia del P. Soriano atiende a unos 12.000 feligreses y tiene a su cargo la atención pastoral de 29 comunidades repartidas en un vasto territorio y a las que sólo alcanzan a atender en persona unas pocas veces al año.
Al concluir la Misa de las 7:00 de la mañana, "vamos al río para visitar dos comunidades cada domingo", detalla el religioso. De esta manera, es capaz de ver a todas en dos o tres ocasiones cada año.
Cada grupo cuenta con uno o dos agentes de pastoral que colaboran con el párroco atendiendo las necesidades espirituales y materiales.
"En las fiestas patronales administramos los sacramentos de Bautismo, Primeras Comuniones y bodas", especifica el misionero que lleva 23 años en Perú.
El combustible es por tanto necesario "para la evangelización de la parroquia y no abandonar las comunidades", detalla el franciscano en una nota difundida por la Archidiócesis de Valencia, tierra de origen del misionero.
"Si de verdad queremos conservar nuestra fe católica, tenemos que ayudar", enfatiza.
La parroquia de San José Obrero ofrece comida a diario para 150 niños y cada 15 días entregan lotes de alimentos a medio centenar de personas ancianas. También se ocupa de llevar medicinas a los enfermos.
En los locales parroquiales, más de mil niños asisten a la catequesis, a los que además se facilita en la medida de las posibilidades becas de estudio y material escolar.
Todo ello es posible gracias a la colaboración de la Fundación Ad Gentes (adgentes@fundacionadgentes.org) y la Delegación de Misiones del Arzobispado de Valencia.