La atleta etíope Almaz Ayana hizo historia el 12 de agosto en las Olimpiadas de Río 2016 al destrozar el récord mundial en la prueba de 10 mil metros planos y silenció a quienes cuestionaron su triunfo con esta frase: "Mi doping es Jesús".
Ayana, que suele hacer la señal de la cruz tres veces antes de comenzar a correr y termina sus pruebas agradeciendo a Dios, hizo un tiempo de 29:17:45. De esta manera rompió en más de 14 segundos el récord de la china Wang Junxia establecido hace 23 años, en el mundial de Stuttgart 1993.
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¡Histórico! Ayana Almaz #ETH gana los 10 mil m planos y destroza récord olímpico y mundial con tiempo de 29:17.45 https://t.co/wLtJY6VqOg
- Claro Sports (@ClaroSports) 12 de agosto de 2016
Al ser cuestionada sobre el uso de sustancias ilícitas debido al gran esfuerzo que desplegó en la pista, Ayana dijo: "mi doping es mi entrenamiento, mi doping es Jesús. En cuanto a lo otro, estoy limpia como el cristal".
Para el diario deportivo Marca, el más grande de España, con sus palabras sobre Jesús, "la etíope deja una frase para la historia de los Juegos".
La joven atleta de 24 años señaló que su victoria "es sorprendente. Vi el récord luego de la carrera porque lo único que había planeado era ganarla" y dijo que "esta victoria significa todo para mí. Dios es quien me trajo aquí. Esto es algo enorme en mi vida".
"Yo alabo al Señor porque Él me da todo (...) Llegar a este punto es un sueño hecho realidad. Nunca pensé que esto pasaría y aún estoy emocionada", agregó.
Una foto publicada por @bbcafrica el
12 de Ago de 2016 a la(s) 9:23 PDT
La medalla de plata en esta prueba fue para la keniana Vivian Jepkemoi Cheruiyot, que logró un récord nacional con un tiempo de 29:32.53. El tercer puesto lo obtuvo Tirunesh Dibaba, de Etiopía, con su mejor marca personal 29:42:56.
Almaz Ayana es también la campeona mundial de 5.000 metros, título que obtuvo en Pekín 2015; y logró el tercer puesto en Moscú 2013.
En febrero del año pasado, Ayana dijo que "cada uno de nosotros, donde sea que vivamos o quien quiera que seamos, debemos trabajar por la paz en el mundo. Hemos recibido este mundo para vivir libres y dejarlo solo cuando lo disponga la gracia de Dios Todopoderoso".